El considerar a las mujeres como seres inferiores ha ocasionado que sean borradas de leyes, empleos, academia, salud y educación, entre otras áreas
Redacción / Cimac Noticias
Ciudad de México.- Considerar a las mujeres como seres inferiores ha provocado que sean borradas de leyes, empleos, academia, salud, educación, entre otras áreas. Para construir las bases de este sistema patriarcal contribuyeron filósofos a quienes al día de hoy se les continúa rindiendo culto, tal es el caso de Aristoteles, Platón, Immanuel Kant o Arthur Schopenhauer.
En su momento, Aristóteles dijo que las mujeres eran “hombres incompletos”, quienes tenían importantes diferencias respecto a los hombres, no sólo físicas, sino también emocionales e intelectuales. Así, por siglos, las mujeres, sus derechos y capacidades fueron borrados, reduciéndolas a una compañía, un vientre o incluso a “estorbos”.
“Parecen hombres, son casi hombres, pero son tan inferiores que ni siquiera son capaces de reproducir a la especie, quienes engendran los hijos son los varones […] son meras vasijas vacías del recipiente del semen creador”.
Aristóteles
La opresión y el borrado
Bajo estas ideologías las mujeres han sido oprimidas y se les negó acceder a derechos como la educación o la salud, por ejemplo, recordemos que Aristóteles e incluso Platón, prohibieron la entrada de alumnas a sus escuelas.
Pero no sólo eso, Aristóteles llegó a considerar que las mujeres requerían una menor cantidad de alimentos, por el simple hecho de ser mujeres. De esta forma, no permitía que ellas comieran más que la mitad que lo que los hombres ingerían.
La discriminación y opresión se extendieron a diversas áreas, debido a que filósofos como Georg Wilhelm Friedrich Hegel llegaron a asegurar que las mujeres no estaban hechas para “ciencias elevadas”, contribuyendo así a la anulación de sus capacidades.
A lo mismo hizo referencia Jean-Jacques Rousseau (quien fue considerado como uno de los grandes pensadores de la Ilustración en Francia) quien aseguraba que la única tarea de las mujeres era servir a los hombres durante todas las etapas de su vida.
“La educación de las mujeres debe estar en relación con la de los hombres. Agradarles, serles útiles, hacerse amar y honrar por ellos, educarlos cuando niños, cuidarlos cuando mayores, aconsejarlos, consolarlos, hacerles grata y suave la vida son las obligaciones de las mujeres en todos los tiempos, y esto es lo que, desde su niñez, se les debe enseñar”.
Jean-Jacques Rousseau
Si alguna mujer deseaba salir de este pensamiento se les debía infundir temor para mantenerlas dentro de los “límites de la razón”, aseguró el filósofo Arthur Schopenhauer. Quien sin reserva alguna afirmó tajantemente que las mujeres se quedaban “niñas toda la vida”, nunca poseían inteligencia y únicamente después de los 28 años eran atractivas para los hombres, desde esa edad podían servirles y ser sus compañeras.
Hasta aquí observamos cómo es que los “grandes pensadores” desdeñaron a la mujer, la minimizaron y oprimieron hasta anularla. Hoy en día podemos observar que estas ideas permanecen vigentes en diversos países, religiones y políticas, que establecen mandatos que perpetúan la discriminación y el borrado de las mujeres.
Tenemos como ejemplo a Rusia, donde actualmente hay 98 profesiones prohibidas para las mujeres, entre ellas bombera, conductora de excavadoras, buzas y mineras. Otro caso es de Argentina, donde las mujeres no tienen permitido destilar alcohol, manipular explosivos, tallar vidrios, descargar grúas, entre otras actividades. Pero no sólo eso, también continúan vigentes que violentan los derechos humanos, tales como, la mutilación genital femenina, que coerciona el placer sexual y convierte a las mujeres en personas que gestan para otros. Así podemos enumerar otros casos donde la voz de las mujeres es anulada, porque históricamente la sociedad patriarcal les ha dicho que, respecto a los hombres, son incapaces, débiles y deben ser borradas.