Café chiapaneco: rescate de un motor económico olvidado

Con propuestas enfocadas en justicia económica y apoyo directo, el legislador Juan Manuel Utrilla Constantino busca convertirlo en un ejemplo de sostenibilidad y competitividad global

Aquínoticias Staff

El café no es sólo un producto; es un emblema de la identidad de Chiapas y el sustento de miles de familias. Sin embargo, el sector cafetalero del estado enfrenta un abandono que amenaza no solo su desarrollo económico, sino también el patrimonio cultural de la región. El diputado Juan Manuel Utrilla Constantino, vicepresidente de la Comisión de Café en el Congreso de Chiapas, ha alzado la voz para exigir acciones concretas que beneficien a los pequeños cafeticultores, quienes representan el corazón de esta industria.

“El campo de Chiapas está abandonado, pero en la Nueva ERA sabemos que va a Renacer”, declaró Utrilla al presentar un Punto de Acuerdo en el Congreso local, con el que busca exhortar a las empresas procesadoras y comercializadoras de café, así como a diversas entidades estatales, a emprender iniciativas que impulsen el bienestar de los productores más vulnerables.

El impacto del café en Chiapas

Chiapas lidera la producción de café en México, con un impresionante 41% del total nacional, según el Censo Agropecuario 2022. Aproximadamente 180 mil familias dependen de este cultivo, abarcando una superficie de 250 mil hectáreas distribuidas en 88 municipios y 15 regiones del estado. Esto equivale a más de un millón de chiapanecos vinculados directa o indirectamente con esta actividad.

A pesar de su relevancia, el sector enfrenta retos significativos: precios inestables, intermediarios conocidos como «coyotes» que se quedan con gran parte de las ganancias, y la falta de apoyo gubernamental e institucional. “Es muy importante pensar en la gente que menos tiene, para ayudarlos y que vuelvan los apoyos de las empresas y del Instituto de Café a los pequeños productores”, afirmó el diputado.

Estrategias para el rescate del sector

La propuesta de Utrilla incluye incentivos clave, como convenios con empresas para proporcionar fertilizantes, plantas y precios justos para los cafeticultores, eliminando a los intermediarios que ahogan las ganancias de los pequeños productores. Además, subraya la necesidad de implementar estrategias con enfoque humanista, priorizando el bienestar de quienes trabajan la tierra.

“La gente que trabaja, la gente que sufre es la que se lleva los golpes en los precios y los coyotes son los que tranquilamente hacen sus negocios”, denunció. Según expertos en economía agrícola, estas iniciativas podrían marcar un parteaguas para la sostenibilidad del sector.

Caminos a seguir

El llamamiento también se extiende a fortalecer al Instituto del Café, una institución clave para apoyar la capacitación y el acceso a tecnología de los cafeticultores. Utrilla enfatizó que el desarrollo del café debe ser inclusivo, beneficiando a las comunidades que dependen directamente de esta actividad.

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