Calaveritas, el rito adaptado

Originalmente los altares se adornaban con cráneos ensartados de personas sacrificadas para los dioses, en la actualidad su usa como dulce de ofrenda

Agencias

[dropcap]E[/dropcap]n un inicio, las calaveras comenzaron a utilizarse en el «tzompantli», altar utilizado por las culturas mesoamericanas.
Para los mesoamericanos, la muerte se consideraba como la conclusión de una etapa de la vida que se extendía a otro nivel, por lo que era común conservaran cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales que simbolizaban el término de ese ciclo.
Su altar llamado «tzompantli», estaba adornado con cráneos ensartados por medio de hoyos que se les hacían a los lados, y los cuales eran de quienes habían sido sacrificados en honor a los dioses; así también la imagen del rostro del señor del inframundo y los muertos, Mictlantecuhtli, eran comunes en la vida de estas antiguas culturas.
La coincidencia de la celebración de los muertos por parte de los antiguos pueblos mexicanos con el Día de los Fieles Difuntos de los españoles, permitió cambios y adaptaciones, siendo una de ellas las calaveritas de azúcar.

Preparación

Las calaveritas de dulces se elaboran con una técnica traída por los españoles llamada alfeñique, la cual es una especie de caramelo formado de azúcar pura de caña; con la que se realiza una pasta muy moldeable, obteniendo variedad de figuras.
Para elaborar las tradicionales calaveritas se mezcla azúcar caliente con un poco de limón, que se funden hasta formar una masa líquida, la cual se vacía en un molde para dar la forma de un cráneo.
Una vez completamente seca; al azúcar glas se le pone color vegetal y con ésta se pinta la calavera, también se le agregan los detalles como los anillos en los ojos, espirales en la parte superior del cráneo, grandes pestañas y sonrisa, sin olvidar el nombre de la persona a la que está destinada; este se escribe en la parte de arriba del cráneo o en lo que sería la frente.
Es así que con estas calaveritas de dulces no sólo recordamos nuestra fragilidad y a los que ya se nos adelantaron, son además dulces sabrosos que mantienen vigentes nuestras tradiciones mexicanas.

Ingredientes

1 cucharada de miel de maíz.
1/2 cucharadita de vainilla.
1 Clara de huevo.
2 Tazas de azúcar glas.
5 cucharadas de fécula de maíz.
Colores vegetales comestibles que puedes conseguir en tiendas de materias primas.
Un batidor de globo.
Un colador de orificios muy finos.
1 tazón de vidrio o plástico.
Un pincel fino.
Un recipiente de plástico con su tapa (cuidar que cierre muy bien).

Procedimiento

En el tazón mezcla la miel, la vainilla y la clara de huevo, agitando suavemente con el batidor de globo.
Pasa el azúcar glas por el colador y colócala sobre la mezcla anterior, vuelve a mezclar todo y amasa hasta formar una bola.
En una mesa o superficie plana y limpia, espolvorea un poco de fécula de maíz y extienda la masa hasta que quede suave y manejable (como la masa para las tortillas).
Con la masa forma cráneos pequeños y déjalos secar sobre la mesa durante tres horas.
Disuelve los colores vegetales por separado y ahora con ayuda del pincel decora tus calaveras.
Cuando tus calaveritas ya estén completamente secas, guárdalas en el recipiente de plástico y tápalas muy bien. Consérvelas en un lugar seco y fresco, como la alacena de tu casa.

DESTACADO
Para los mesoamericanos, la muerte se consideraba como la conclusión de una etapa de la vida que se extendía a otro nivel, por lo que era común conservaran cráneos como trofeos y mostrarlos durante los rituales

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *