La presidenta Claudi Sheinbaum condenó uno de los episodios más oscuros de la historia mexicana, la guerra contra el «narco» y «tener al enemigo en casa», llamando al presidente panista a dejar de justificar los errores durante su mandato
Aquínoticias Staff
En una postura firme y clara, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha alzado la voz en contra de uno de los periodos más oscuros en la historia reciente del país: la guerra contra el narcotráfico, liderada por el expresidente Felipe Calderón. Durante la conferencia “Las mañaneras del pueblo”, Sheinbaum no solo criticó el enfoque militarizado del combate a la delincuencia que se implementó entre 2006 y 2012, sino que también destacó la sentencia de 38 años impuesta a Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, por su participación en actividades criminales vinculadas al narcotráfico.
La mandataria expresó que «no puede volver a suceder en México» una situación como la vivida en esos años, donde las políticas de seguridad no solo llevaron a un aumento dramático de la violencia, sino que también, bajo el mando de García Luna, se permitió un vínculo directo entre el crimen organizado y el aparato de seguridad del país. En sus palabras, los secuestros aumentaron exponencialmente, y las víctimas colaterales se aceptaban como parte del costo de la guerra. Sheinbaum remarcó la gravedad de la situación al señalar que «no hay diferencia entre este personaje y el Chapo», refiriéndose al narcotraficante Joaquín Guzmán Loera.
El impacto de la sentencia de García Luna, quien fue condenado por delitos relacionados con la conspiración para distribuir cocaína y formar parte de una empresa criminal, ha sido un recordatorio de lo que Sheinbaum considera la «decadencia y degradación» de aquel periodo. Las advertencias de figuras internacionales, como el expresidente francés Nicolas Sarkozy y la exembajadora estadounidense Roberta S. Jacobson, resaltaron el poder desmedido que García Luna ostentaba durante ese sexenio, algo que, según la presidenta, no debe quedar en el olvido.
Sheinbaum fue especialmente crítica con las recientes declaraciones de Calderón, quien en redes sociales afirmó no haber sabido nada de los actos criminales de su colaborador, pero llamó a retomar la lucha contra la delincuencia organizada. «Es muy cínico», expresó la presidenta al leer dichas publicaciones, cuestionando cómo alguien que había puesto al mando de la seguridad del país a un delincuente confeso podría insistir en repetir las mismas acciones. En su opinión, Calderón debería pedir perdón por los errores de su mandato, y no reivindicar políticas que tanto daño hicieron al país.
El legado de la guerra contra el narcotráfico no solo se refleja en la violencia que aún persiste, sino también en los vínculos corruptos que, según Sheinbaum, continúan en algunas instituciones, particularmente en el Poder Judicial. La presidenta enfatizó que es crucial democratizar todos los niveles del gobierno y revisar el papel que jugó el Poder Judicial en ese periodo. Además, señaló que algunos de los allegados a García Luna aún ocupan cargos importantes en el sistema judicial, algo que, a su parecer, debe ser motivo de preocupación.
Sheinbaum también criticó duramente al partido que llevó a Calderón al poder, acusándolo de deslindarse de su propio expresidente mientras busca ahora acciones extremas como declarar el narcotráfico como terrorismo, una medida que, según la mandataria, solo busca justificar la intervención extranjera en el país. La presidenta cuestionó la hipocresía de estas propuestas y subrayó que el partido en cuestión ha tapado otros delitos graves, como el llamado cartel inmobiliario.
Finalmente, la presidenta instó al pueblo mexicano a reflexionar sobre las consecuencias de aquella guerra y lo que implicó para la nación. Destacó que desde la llegada de la Cuarta Transformación en 2018, el país ha empezado a cambiar, alejándose de las políticas represivas y militarizadas, para enfocarse en la construcción de la paz a través de la erradicación de la corrupción y el combate a la impunidad.
Para Sheinbaum, la seguridad en México depende de un trabajo conjunto entre el Ejecutivo, las fiscalías y el Poder Judicial, y subrayó la importancia de un análisis profundo de aquel oscuro periodo en la historia del país. Concluyó reafirmando el compromiso de su administración de no repetir los errores del pasado y de actuar bajo el mandato popular de construir un país en paz, sin corrupción.
