Los bancos y cajeros automáticos lucieron repletos, decenas de personas hicieron largas filas para realizar algún trámite o retirar dinero
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Este 1 de julio inició de manera formal la «nueva normalidad» y el reflejo de esta decisión –tomada por las autoridades estatales- se vió en las calles de la ciudad.
Los bancos y cajeros automáticos lucieron repletos, decenas de personas hicieron largas filas para realizar algún trámite o retirar dinero. Asimismo, los negocios no esenciales como refaccionarias, servicios de comida y diversas tiendas de diferentes giros subieron sus cortinas y la población salió en mayor cantidad a las calles.
Sin embargo, al cuestionar a jóvenes si saldrían o no a realizar una actividad recreativa, como ir al cine, cafeterías o parques, opinaron lo siguiente:
«Yo no saldría porque no es una necesidad, yo no veo una necesidad irme a meter a un cine, un restaurante o salón de belleza, al menos no hasta que alguien me asegure que los números son reales», dijo Paola Gallegos madre de una bebé de seis meses.
«Se me hace arriesgado sobre todo en los cafés o restaurantes porque no sabemos si estamos contagiados o no y aunque parezca estar controlada la enfermedad no hay vacuna, tampoco una cura como tal», afirmó Fernando Velasco, quien trabaja para un empresa de edición, pero debido a la baja de eventos ha permanecido en su casa por tres meses.
«No acudiría a ninguno de los centros recreativos porque que se abran no significa que el virus no esté, entonces exponerme sería arriesgarme», indicó Edgar Velázquez.
Si bien, la economía ha comenzado a reactivarse al pasar de color rojo a naranja por los datos que ha emitido la Secretaría de Salud, la población asegura que aún existe una alta posibilidad de contagio y después de tres meses de confinamiento no valdría la pena contraer el virus, ya que hasta el momento no existe una cura para la enfermedad.
Todas las siguientes actividades retornaron en los siguientes porcentajes en cuanto a su capacidad:
En un 25% Templos, cines, teatros, museos, eventos culturales y plazas
En un 75% Supermercados, mercados y/o tiendas de autoservicio (no se permiten niños)
En un 50% Cafeterías, restaurantes, hoteles y alojamientos turísticos (incluyendo áreas comunes), estéticas, barberías y peluquerías, parques, centros de recreación y gimnasios