«Es un paso que rompe por lo menos con una inercia de cerrazón», Peña Nieto «se queda muy corto» respecto a las expectativas, afirmó el secretario general de México Unido Contra la Delincuencia, Juan Francisco Torres Landa
Redacción
[dropcap]C[/dropcap]on la iniciativa propuesta la semana pasada por el Presidente Enrique Peña Nieto que contempla el uso de la mariguana con fines medicinales y una mayor cantidad para su consumo personal, México se suma a otros siete países americanos en donde el consumo del cannabis ha sido puesto sobre la mesa.
La propuesta de Peña Nieto busca autorizar el uso e importación de medicamentos elaborados a base de mariguana y de sus ingredientes activos. Además, plantea incrementar de cinco a 28 gramos la cantidad legal para portar, lo que para algunos expertos significa tener entre 25 y 30 cigarrillos de mariguana.
«Los mexicanos conocemos bien los alcances y limitaciones del esquema esencialmente prohibicionista y punitivo, y de la llamada guerra contra las drogas, que ha predominado por más de 40 años, a nivel internacional. Como pocos, y así lo expresé en Naciones Unidas, nuestro país ha sufrido los nocivos efectos del crimen organizado, vinculado al narcotráfico», dijo Peña Nieto el pasado 20 de abril.
Justo un día antes de que el mandatario mexicano anunciara su iniciativa, la Ministro de Salud del Gobierno de Canadá, Jane Philpott dijo en su discurso ante la Asamblea General de la ONU que el Gobierno de Justin Trudeau propondrá legalizar la mariguana en 2017 con fines recreativos.
«Vamos a presentar legislación en la primavera de 2017 que asegure que mantengamos la mariguana lejos de las manos de nuestros niños y los beneficios lejos de las manos de los criminales», dijo Jane Philpott.
Canadá busca seguir el camino abierto por Uruguay que fue el primer país del mundo en permitir el cultivo y la distribución de mariguana con fines lúdicos. La medida que permitió su consumo fue aprobada en 2013 a raíz de la Ley impulsada por la administración del entonces Presidente José Mujica.
Uruguay defendió el pasado 20 de abril su modelo en la sede de la ONU y dijo que está en contacto con las autoridades canadienses y otros estados que están considerando regularizar el cannabis.
Sin embargo, estos casos no son aislados. En los últimos años la mariguana no ha dejado de avanzar hacia el ámbito de lo legal.
El que fuera gran impulsor de la llamada guerra contra las drogas, Estados Unidos, ha visto cómo casi la mitad de sus estados han dado luz verde a la cannabis medicinal y cómo cuatro de ellos -Colorado, Washington, Alaska y Oregón- permiten su uso recreativo.
En Europa, más allá de la conocida tolerancia holandesa, muchos países han regulado los usos medicinales y casi todos han despenalizado el consumo, algo también muy común en Latinoamérica.
Ahora México, busca sumarse a las naciones que han regulado el consumo de esta sustancia con fines médicos y científicos. Antes, Colombia puso el ejemplo cuando en 2015 el Presidente Juan Manuel Santos firmó un decreto que reglamentó el uso medicinal de la mariguana.
«Acabamos de dar un paso importante para ubicar a Colombia a la vanguardia en la lucha contra las enfermedades y lo hacemos a través de un decreto que busca aprovechar las bondades del cannabis para mejorar la vida de las personas», dijo Santos en esa ocasión.
Recientemente el mandatario colombiano criticó la lucha que se ha seguido contra las drogas en el continente Americano. «Si hemos aplicado una receta basada principalmente en la represión por tanto tiempo sin resolver el problema, es hora de replantear el tratamiento», dijo Santos ante la cumbre sobre drogas que celebra la ONU.
Actualmente en Colombia se pueden expedir licencias para la posesión de semillas de cannabis, así como para el establecimiento de cultivos de esta planta, destinadas a fines exclusivamente médicos y científicos.
A esta regulación se suma la aprobada también el año pasado por el Congreso Chileno con la cual se despenalizó el cultivo de la mariguana así como su consumo con fines médicos y lúdicos.
Jamaica fue la otra nación que durante 2015 dio un paso importante en la materia al aprobar en febrero una modificación de la Ley nacional sobre Drogas Peligrosas que permitió poseer a los consumidores hasta dos onzas de marihuana, algo más de 56 gramos. Un año antes, Ecuador hizo lo mismo al cambiar su Ley y permitir dosis máximas de mariguana, cocaína, heroína, éxtasis o anfetaminas.
En tanto, el planteamiento hecho por Peña Nieto ha dividido opiniones entre quienes lo consideran un buen paso y los que la ven como una medida limitada.
La propuesta, que aún debe ser analizada y eventualmente aprobada por el Congreso, aún queda corta respecto a otras ciudades y países que han legalizado la mariguana no sólo para uso médico, sino también recreativo.
«Es un paso modesto pero importante en la dirección correcta, particularmente por la renuncia previa de Peña Nieto para involucrarse en el tema», señaló Ethan Nadelmann, director ejecutivo de la organización Drug Policy Alliance.
Si bien la iniciativa «es un paso que rompe por lo menos con una inercia de cerrazón», Peña Nieto «se queda muy corto» respecto a las expectativas, dijo a Efe el secretario general de la organización civil México Unido Contra la Delincuencia, Juan Francisco Torres Landa.
Hasta hace poco, el Presidente se pronunciaba completamente en contra de la legalización de la mariguana, aunque se dijo dispuesto a escuchar las distintas voces.
Apenas el martes, el mandatario mexicano sugirió desde Naciones Unidas avanzar hacia la legalización del uso de la mariguana con fines médicos y científicos.
En México está despenalizada la posesión de algunas drogas para uso personal desde 2009, entre ellas la mariguana.
De avanzar las modificaciones, México se colocaría en Latinoamérica a medio camino entre países como Cuba y Venezuela que tienen una prohibición total al consumo de cualquier droga y otros como Uruguay donde el mercado de la marihuana es legal.
En comentarios escritos a The Associated Press, Nadelmann señaló que otros países han hecho más y recordó que en los próximos meses se espera una posible votación en California y tal vez en otros lugares de Estados Unidos para legalizar la marihuana, lo cual debería ampliar el debate en México.
«¿Por qué, después de todo, los mexicanos deben seguir perdiendo vidas y dinero intentando aplicar una prohibición inaplicable cuando justo al norte de la frontera los estadounidenses quitan el negocio de los criminales y dirigen los ingresos fiscales de la marihuana a fines benéficos?», añadió.
Torres Landa, uno de los cuatro ciudadanos autorizados por la Suprema Corte para consumir marihuana con fines lúdicos, tildó de «esquizofrénico» pensar que estas medidas generen un efecto positivo cuando «la prohibición sigue tan campante como siempre», pese al reconocimiento del Ejecutivo de que esa política «no funciona».
La prohibición, dijo, ha eliminado la capacidad regulatoria del Estado y diluido su fuerza ante este flagelo, mientras que la delincuencia «está fortalecida y financieramente muy sana».
El activista lamentó que el Ejecutivo no apreciara «realmente el tamaño del problema», y añadió que lo único que puede ser positivo es que los policías, en vez de perseguir consumidores, ahora tendrán tiempo para hacer «cosas más importantes como buscar a delincuentes reales».
En relación al uso medicinal de la planta, el abogado destacó que con la iniciativa de Peña Nieto se tendrá que recurrir a la importación del insumo, en lugar de impulsar el florecimiento de una «industria regulada» que genere el pago de impuestos.
(Con información de SinEmbargoMX)
