A través de la plataforma «Alcalde ¿Cómo vamos?», organizaciones sociales y empresariales consideran insuficientes los esfuerzos que en materia prevención y seguridad se vienen dando
Fujiko Yamasaki / Portavoz
[dropcap]D[/dropcap]e nueva cuenta el trabajo del gobierno municipal, encabezado por Fernando Castellanos Cal y Mayor, para combatir la inseguridad en Tuxtla Gutiérrez ha recibido una calificación reprobatoria por parte de organizaciones sociales y empresariales a través de la plataforma «Alcalde ¿Cómo vamos?».
Este observatorio ciudadano busca esquemas para fortalecer la democracia y madurez cívica en la capital del estado a través de la evaluación de diferentes rubros que son: transparencia, gobierno eficiente y participación de la comunidad.
En este sentido, la plataforma indica que a pesar de que hubo una recuperación en el segundo trimestre del 2016, en los siguientes dos trimestres las tasas de combate a la delincuencia y de detenciones han disminuido.
Los escasos esfuerzos por luchar contra la delincuencia han hecho que la capital forme parte de los municipios con mayor incidencia delictiva, pues la tasa de denuncia por violación sexual en Tuxtla Gutiérrez es del 136.49 por ciento, mayor a la tasa nacional, según datos del reporte anual de 2016 de Incidencia de Delitos de Alto Impacto en Chiapas presentado el 17 de abril.
Pese al título de «Comunidad Segura» que el Instituto Cisalva designó a la ciudad, por ser un ejemplo de capacidad para construir acuerdos para la seguridad de sus habitantes, es importante mencionar que en la mayor parte de los rubros evaluados la administración capitalina se encuentra en focos rojos.
En importante precisar que el alcalde Fernando Castellanos se había comprometido a trabajar de la mano con el observatorio «Alcalde ¿Cómo vamos?» mediante estrategias para mejorar las calificaciones de dichos indicadores.
Durante los trimestres tres y cuatro del 2016, las organizaciones que conforman esta plataforma han recomendado la presencia oportuna del presidente municipal en las reuniones, con la finalidad de interactuar con la ciudadanía respecto a los resultados de los indicadores y así trabajar conjuntamente en la mejora continua.
«Lo que está sucediendo es sumamente significativo sobre todo si se considera que las intervenciones parecen no tener un efecto definitivo para reducir los delitos, lo cual significa que se ha continuado optando por subsanar las carencias locales, resultado de negligencia, corrupción y desinterés de las autoridades locales, poniendo en riesgo la vida de elementos de seguridad, sin que ello haya implicado la mejora de las condiciones de seguridad.», expresa el Observatorio Nacional Ciudadano en el reporte sobre delitos de alto impacto de enero del 2017.
