Catarsis / Víctor Rene Aguilera Osuna

Para la sinaloense más chiapaneca que conocí

Entre los antiguos griegos, se definía como una purificación, un ritual de personas o cosas afectadas de alguna impureza. Es el efecto purificador y liberador que causa la tragedia originando la compasión y otras emociones, resultado una transformación interior suscitada por una experiencia vital profunda.

En psicología, el término es asociado con el psicoanálisis freudiano y se relaciona específicamente con la expresión de trauma reprimido, trayéndolo a la consciencia y por tanto liberándolo de manera permanente. Resiliencia: significa poder adaptarse a las desgracias y a las dificultades de la vida.

Mi CATARSIS o el proceso de sanación que yo elegí, por la pérdida de mi mamá, fue muy particular en el sentido que llego de la manera más inusual para los demás, pero de una manera en que me hizo fluir; a mi en lo particular, y fue mediante dos de mis medios predilectos y favoritos, la música y las películas.

Mi catarsis musical fue mediante una canción, que para muchos es comercial y cada quien le da el significado que quiere; para mí fue esa catarsis que necesitaba y tambien en su momento ya la había escuchado, pero no como esa mañana, al despertar, fue un boom, un shock, un proceso inconcluso, fue algo inesperado, fue esa frase que surgió de…. no la quites déjala que suene.

Y la escuche y la entendí como la primera vez que vez la luz en la música, que vez sus colores, que entiendes las notas y vibras con ella a ese nivel cósmico que solo la música te puede hacer vibrar y experimentar, y con esa letra que te transporta y te guía de la mano en ese desplazamiento musical que hacer explotar tus sentidos y que te eleva mientras vas siguiendo la música hasta llegar al punto de reventar la canción llegar al éxtasis musico emocional y de ahí solamente fluir y dejarte ser uno con la canción, HASTA LA RAIZ, de la cantautora mexicana Natalia Lafourcade, mi catarsis musical.

Mi catarsis visual es la película japonesa, Okuribito (en japonés: おくりびと, El que despide) es una película dramática dirigida por el cineasta japonés Yōjirō Takita, protagonizada por Masahiro MotokiRyōko Hirosue y Tsutomu Yamazaki y estrenada en 2008. En febrero de 2009, la Academia Japonesa de Cine la distinguió como la «Mejor película del año», además de que resultó triunfadora en la categoría «Mejor película de habla no inglesa» de los premios Óscar.

Su trama describe la historia de un joven llamado Daigo y su trabajo como preparador de cadáveres en una funeraria. Es conocida en español por varios títulos diferentes: Despedidas, Final de partida, La felicidad de vivir y el más común y como la encontraras en la red YouTube, Violines en el cielo.

La película fue por muchas cosas un viaje en todos los sentidos para mí en lo particular, ya que, durante los viajes a visitar a mi madre, mientras se encontraba convaleciente y enferma en 2 o 3 ocasiones me tocó verla (aunque no completa y realmente sin prestarle mucha atención) en el autobús hacia Tuxtla Gutiérrez o de regreso a Ciudad del Carmen.

Fue hasta después de falleciera que me volvía a encontrar con esta maravillosa película, es la odisea de una persona que pierde a su mamá, que lo deja la esposa por el trabajo que tiene y sufre el abandono de su padre desde pequeño, es narrada desde la perspectiva de la cultura japonesa, que es muy apática con el hecho de trabajar con personas muertas.

Me sentí identificado principalmente con las diferentes formas en que se van despidiendo (de ahí su nombre DESPEDIDAS) las familias de sus seres queridos, algunas con reverencias, otras con aceptación de la partida del ser querido, algunas otras con risas y agradecimientos al ser amado.

La despedida de los amigos, es en extremo muy emotiva, el del guardián del portal, como él se siente, simplemente te deja sin palabras, la del hijo arrepentido viendo la cremación y pidiendo el perdón, ese que solo él mismo se puede dar, es totalmente emotiva, esa escena del hijo preparando a su papa es indescriptible, el perdonar y perdonarse, es una de las cosas más difíciles de hacer y lograr, pero al final es la aceptación de que la persona que partió, fue una parte maravillosa de nuestra vida y el aceptar esa perdida, esa Partida nos puede o no; dar un cierre a un ciclo, a una época.

La película; da una resiliencia y nos invita a tomar conciencia de la temporalidad y finitud de nuestro ser, del valor y sentido de la existencia humana y la muerte digna, como un derecho universal.

En resumen, estos dos elementos fundamentales en mi vida; la canción y la película, me dieron esa paz que necesitaba y llegaron en el momento preciso que las requería y derivado de la película y la canción realice de manera personal y póstuma un video con las fotografías e imágenes claves, celebrando la vida de mi mamá y poniendo también en ese archivo videográfico a las personas y seres que considere fueron parte importante de su vida como de la mía.

Porque mi madre, nunca dejará de ser parte de mi vida y siempre estará en mi mente y mi corazón y obteniendo en cierta forma ese cierre, alcanzado la catarsis que necesitaba. Es cuánto.

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