Este 1 de noviembre, cientos de mujeres caracterizadas, integrantes de organizaciones civiles, grupos feministas y simpatizantes tomaron el papel de las víctimas para pedir justicia
Elizabeth marina / Portavoz
[dropcap]E[/dropcap]ste 1 de noviembre, las calles se pintaron de negro. Cientos de Catrinas salieron de fosas, maletas y bolsas de basura donde fueron depositadas después de haber sido víctimas de abusos, golpes y asesinatos brutales.
Caracterizadas, integrantes de organizaciones civiles, grupos feministas y simpatizantes se manifestaron contra los más de 2 mil feminicidios que se han suscitado en el país y que hasta ahora siguen impunes; tomaron el papel de una de las víctimas de este delito y exigieron seguridad para las sobrevivientes.
Con veladoras y flores de blancas, en Chiapas, Morelia, Michoacán y Colima, recordaron a las fallecidas y protestaron ante la falta de seguridad para las mujeres en el país.
En la entidad ya suman 42 feminicidios y siete asesinatos cometidos contra mujeres trans, de acuerdo con el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio. En Tuxtla Gutiérrez, los colectivos feministas se dieron cita en punto de las 17:00 horas en el Parque Bicentenario; de manera simultánea, en San Cristóbal de Las Casas la marcha partió de la Plazuela de San Diego.
Según datos del Semáforo Delictivo, en Chiapas se han cometido 539 violaciones en lo que va de los primeros tres trimestres de 2016.
Algunas de las recomendaciones que se emitieron para asistir a la marcha fueron llevar una identificación oficial, desactivar la ubicación del teléfono, llevar consigo monedas para marcar por teléfonos públicos —en caso de ser necesario—; y no perder de vista a los cuerpos de seguridad que custodiarían el contingente.
Muerte impune
Además, La organización Melel Xojolabal convocó a una caminata en punto de las 6:00 de la tarde en San Cristóbal de Las Casas, para visibilizar el maltrato y discriminación infantil que enfrentan los niños y niñas en el estado.
La manifestación pacífica arrancó de la Plazuela de Guadalupe, avanzando por el andador hasta llegar al centro, donde dejaron ofrendas para las víctimas.
Durante la caminata, recordaron a los 41 menores que han sido asesinados en la entidad desde el 2011, como los de la comunidad de Acteal, los dos bebés fallecidos por negligencia médica en Simojovel, así como muchos más desaparecidos y asesinados cuyos casos se mantienen en la impunidad.
También recordaron a los recién nacidos que han perdido la vida y cuyas muertes pudieron prevenirse, ya que de acuerdo con la organización Save The Children, las cifras de muerte infantil en México son alarmantes.
Según el Informe Regional de Equidad en la Salud 2015 dio a conocer que en promedio, las muertes en menores de cinco años en el 2013 fueron de 15.78 por cada mil nacidos vivos.
El 1 de noviembre se vivió de forma distinta en el país, en donde integrantes de colectivos feministas de siete estados marcharon de manera simultánea caracterizadas de Catrinas para recordar a aquellas que fueron arrojadas a fosas, maletas y bolsas de basura, después de haber sido después de haber sido víctimas de abuso, golpes y asesinatos brutales.
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Caracterizadas, integrantes de organizaciones civiles, grupos feministas y simpatizantes se manifestaron porque que hasta ahora los feminicidios siguen impunes
