Cecilia Mundo y sus trajes que trascienden fronteras

La creadora chiapacorceña, representante legal de la agrupación «Matohue», durante más de 25 años ha puesto su corazón en la elaboración de indumentarias típicas chiapanecas

Ana Liz Leyte / Aquínoticias

Cecilia Mundo Rincón es una mujer chiapacorceña que durante más de 25 años se ha dedicado a la elaboración del traje típico de chiapaneca. Es la creadora y representante legal de la agrupación «Matohue», un grupo de 20 mujeres chiapanecas que se dedican a la elaboración de prendas típicas.

¿Cómo nació el gusto por la elaboración del traje típico de chiapaneca?

Así a grandes rasgos, yo creo que nuestro arte lo traemos ya, se hereda de nuestros antepasados, nos enseñan a valorar nuestra cultura, a mí me encanta.
Yo soy trabajadora social desempleada, trabajé muchos años fuera pero cuando yo regreso con ese mundo de cosas por querer hacer -yo trabajé en lo que es desarrollo de comunidad- vengo con la intención de hacer muchas cosas, pero aquí no se puede, es otro tipo de política.


Decidí hace más de 25 años hacer este pequeño grupo, somos más de 20 mujeres que nos dedicamos a bordar, entre ellas también hay personas que hacen el tascalate, pero en sí, es el trabajo de la costura, tan bonito. Hay personas que sólo se dedican a hacer el punto de cruz, que engalana nuestro traje de chiapaneca.
Desde hace 25 años realizo este trabajo de manera profesional, pero desde chiquita -ocho, nueve años- empecé a bordar y lógico que con el tiempo lo vas perfeccionando, vas haciendo tus propios diseños, lo que a ti te gusta hacer, cuando haces algo no piensas para quién va a ser, simplemente lo haces con la intención de que lo luzca.

-¿Cuánto tiempo se necesita para la elaboración de estas prendas? ¿Es un trabajo bien remunerado?

Es una pregunta bastante difícil, porque no hay gente que venga y te valore con exactitud el trabajo, se van a lo corriente, lo más barato, desafortunadamente se ha metido mucho lo que es el estambre y honestamente no es un trabajo agradable, pero la gente lo trabaja, yo sé que hay una necesidad y lo hacen por necesidad y la gente lo compra por más barato, pero no es calidad.
Si antes era la seda con lo que se trabajaba, después lo vino a sustituir el hilo de alta seda que es lavable, pero luego vino un fulano de Puebla que trajo hasta tul mala y eso no se hacía antes.


Nuestras autoridades no le han dado la importancia que se necesita, debería de haber en Chiapa de Corzo, un espacio en donde los artesanos, tengamos un lugar dónde ir a comprar nuestra materia prima a un buen precio, para poder mantenerlos.
Los precios varían, si es un traje de novia a veces cuesta hasta 22 mil pesos, pero nos llevamos más de seis meses trabajando, si es de 15 años, cinco meses, pero es un trabajo único y cuando es el del montón es de siete mil 500, ocho mil pesos, dependiendo la cantidad de vuelo que le metas.

¿Qué es lo que más satisfacción le genera su trabajo?

Matuhue se ha puesto en las filas de los mejores trajes, no lo digo yo, lo dice la gente, eso es lo más importante, en la mañana platicaba con una persona del Distrito Federal, quiere un traje de 15 años y me encanta cuando la gente dice: «quiero éste, igualito», sabemos que lo que es artesanía y hecho a mano nunca va a ser igual, serpa algo parecido o tal vez más bonito, pero que venga la gente de afuera y te lo valore, eso es lo que más satisface.

Sus trajes trascienden continentes

Hace poco entregué un traje de novia para una muchacha que se va a casar en Australia, esto te dice, Chiapas está en primera fila y eso es muy bonito.
Entregué un traje para una persona en Jerusalén, que están allá promoviendo el evangelio y cuando te dicen: «se ponen el traje y que lo lució y se ve tan bonito, hay Dios mío, qué maravilloso.

-¿Cuántos trajes elabora al año?

Como somos bastantes trabajadoras, te puedo decir que sacamos dos trajes por persona, finos, yo calculo que hacemos 12 trajes al año.
Ya cuando los quieren más sencillos, para bailables, hacemos varios, a veces viene gente a la que no le importa la calidad, quieren el traje y lo quieren barato, pero a veces me da mucha pena decir eso, porque nada como lo nuestro, es nuestra artesanía, no puedo ni siquiera regatear en los hilos.

-¿Sus hijas y nietas han heredado el gusto por la elaboración de estos trajes regionales?

Es algo lamentable, a veces aunque uno quiera, los hijos piensan diferente y yo siento que esta tradición que yo tanto disfruto se está perdiendo, aquí hay una de mis hijas, le he dicho que le eche ganas, que esta es su herencia, Matohue ya tiene fama, ya tiene su camino listo, pero bueno… ya vendrán otros.

-¿Cuál es la clave, qué se necesita para la elaboración de estos trajes?

Más que nada amor, tiempo, que te guste, que te nazca, porque hay mucha gente que lo hace pero lo hace «al trancazo», pero qué difícil es sentarte y plasmar tus ideas, para quién es, a quién se los vas a dar, cuando haces algo que no está en la venta, lo haces para que sea único, como es vestido que se fue a Australia, cuando la muchacha se lo probó y sus familiares con los que vino se pusieron a llorar, les conmovió y a mí también.
Doña Cecilia Mundo, además atiende su propio local que se encuentra en el andador que se dirige al Malecón de Chiapa de Corzo, en donde exhibe y vende los trajes que ella y sus compañeras han bordado, asimismo, ofrece a los visitantes diversos artículos cien por ciento chiapanecos.

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