La paraestatal intensificó operativos para detectar medidores alterados y «diablitos», una práctica ilegal que pone en riesgo vidas y hogares. Conoce las sanciones y cómo estas acciones protegen el suministro eléctrico
Aquínoticias Staff
En un esfuerzo por garantizar la seguridad y el suministro eléctrico en todo el país, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha lanzado una serie de operativos para detectar y sancionar el robo de energía, una práctica ilegal que no solo afecta las finanzas de la empresa pública, sino que también pone en riesgo la vida de las personas. Durante este mes de marzo, cuadrillas de la CFE han recorrido comunidades como Bermejillo, en Durango, identificando medidores alterados y el uso de “diablitos”, dispositivos ilegales que permiten el consumo de energía sin pagar por ella.
Hasta el momento, los operativos han resultado en la detección de 10 casos de uso ilícito de electricidad, 16 cortes de servicio y labores de mantenimiento para fortalecer la infraestructura eléctrica. Estas acciones buscan no solo desincentivar el robo de energía, sino también prevenir accidentes como cortocircuitos e incendios, que suelen ser consecuencia de estas prácticas ilegales.
El robo de energía es un delito grave tipificado en el Código Penal Federal. Según el artículo 368, quien use o aproveche la energía eléctrica sin derecho o consentimiento puede enfrentar penas de 3 a 10 años de prisión y multas de hasta mil días de salario. Además, el artículo 29 establece que un día multa equivale al ingreso neto diario del infractor, lo que significa que las sanciones económicas pueden ser significativas.
La CFE ha reiterado que estas medidas no solo buscan proteger los recursos públicos, sino también garantizar un servicio eléctrico seguro y confiable para todos. “El robo de energía no es un delito menor; es una acción que pone en riesgo vidas y hogares”, señaló un representante de la empresa.
Con información de Uno TV
