Chiapanecas, victimas mortales de la misoginia y el machismo

Presentan resultados de una investigación sobre feminicidios en el periodo 2012-2016 realizada por organizaciones civiles

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]E[/dropcap]n un espacio pobre, exclusivo y desigual, las condiciones de vulnerabilidad de las mujeres hacia la violencia de género ha alcanzado niveles inimaginables; el machismo y la misoginia han creado un ambiente de incertidumbre y miedo.
Teniendo en cuenta que al menos 330 mujeres han sido víctimas de homicidio doloso en los últimos cuatro años, y que tan sólo en lo que va de este 2017 se han contabilizado tres feminicidios, distintas organizaciones de la sociedad civil realizaron una profunda investigación de la violencia contra mujeres y niñas, con el objetivo de fortalecer la defensa de sus derechos y hacer frente a esta problemática con mejores herramientas.
La coordinadora del Consorcio de Organizaciones por la Vida y Libertad de Mujeres y Niñas (Covimyn), María Teresa Olvera Caballero, dio a conocer el diagnóstico denominado «La dimensión espacial y los rostros en de los feminicidios en Chiapas 2012-2016», cuyos resultados arrojaron que el 24.8 por ciento de los homicidios tipificados como feminicidio en la entidad se han perpetuado por el temor de la pareja de la víctima de ser abandonado, el 23.2 por ciento por celos y el 21.2 por ciento se efectuó luego de un intento o haberse efectuado una violación sexual.
Por lo menos cinco de cada 10 casos de homicidio doloso contra mujeres fueron tipificados como feminicidios en Chiapas, y en su mayoría fueron cometidos por conocidos de la víctima (parejas o exparejas, parientes, amigos, compañeros de trabajo o escuela), aunque también se han contabilizado casos en los que el homicida es un desconocido, así como personas ligadas al crimen organizado.
Los sujetos comparten características como la escasa escolaridad, falta de recursos económicos o en algunos casos son de clase media alta con parentesco político, empresarial o cargo público, en cualquiera de los casos son hombres que han crecido en contextos culturales misóginos.

Dimensión del feminicidio en Chiapas

De acuerdo con los datos brindados por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), las mujeres de entre 20 y 40 años son las que se encuentran en mayor riesgo de convertirse en víctimas; sin embargo, el diagnóstico arrojó un dato importante: Chiapas es una de las pocas entidades a nivel federal que presentan incrementos en feminicidios contra mujeres de 60 años y más.
De los feminicidios ocurridos en la entidad, se tiene conocimiento que cerca del 70 por ciento eran mujeres jóvenes y el 16.9 por ciento eran mujeres indígenas. El 49 por ciento de ellas solteras, el 31 por ciento vivía en unión libre, el 13 por ciento estaban casadas y del 6 por ciento no se tiene información.
Con respecto a la ocupación de las víctimas, se sabe que cerca del 50 por ciento eran amas de casa, el 18 por ciento empleadas y el 8 por ciento estudiantes.
Debido a los lazos de parentesco que existía entre el agresor y la víctima, se detectó que los asesinatos fueron cometidos con extrema crueldad, lo que integrantes del Covimyn relacionan con la misoginia, toda vez que el 31.4 por ciento fueron asesinadas a golpes, el 21.4 por asfixia y el 12.4 por arma de fuego.
Los datos indican que los feminicidios se concentran en 63 de los 122 municipios de la entidad; es decir, se han concentrado en la mitad del territorio chiapaneco, principalmente en la zona fronteriza –Sierra, Costa, Soconusco y Centro–.
«Se identificó qué hay corredores feminicidas que no tienen que ver solo con la localidad, en el caso de la Costa se ubica en los municipios de Tapachula, Suchiate, Pijijipan, Cacahoatán, mientras que en la zona Metropolitana va de Jiquipilas, Ocozocuautla, Cintalapa y Tuxtla Gutiérrez», señaló Olvera Caballero.
Los datos anteriores han servido a las activistas y organizaciones civiles como sustento para exigir a las autoridades estatales –que tienen la responsabilidad de brindar prevención, tratamiento y protección a las mujeres en contra de la violencia de género– a diseñar políticas públicas más acordes contra el feminicidio.

Penalización del delito

El Código Penal para el estado de Chiapas, en su artículo 164 bis, reconoce que todo aquel sujeto que haya cometido un acto feminicida será sancionado con penas de 25 a 60 años de prisión.
Por parte de Conavym, el Colectivo Isitamé AC., Nuevos Códices Compatía A.C y Skolta»el Yuún Jlumaltik A.C., plantean reformular la ley de libre acceso a una vida sin violencia, revisar el protocolo para la atención del feminicidio y que éste se aplique acorde al protocolo latinoamericano «que tiene una visión más amplia y permite una investigación más específica» como principales acciones que el gobierno estatal debe definir para disminuir la incidencia de este delito.
«Proponemos que todas las políticas públicas en el estado estén basadas en un buen diagnóstico, no podemos quedarnos en el análisis del dato que solamente es resultado de una violencia íntima sino tener una visión más trascendental, tomar en cuenta la hipótesis que indica que esto también tiene ver con delincuencia organizada.»
Además, las integrantes de estas organizaciones destacan la necesidad de capacitar y habilitar al personal de la procuraduría y personal de justicia en Chiapas, considerando que la entidad se coloca dentro de los 10 primeros estados con el mayor número de femincidios a nivel federal.

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