El 77 por ciento de habitantes en Chiapas nace en condiciones precarias difícilmente lograrán mejorar su estilo de vida e incluso los hijos llegan a vivir peor que los padres, afirmó la investigadora Ana María de la Rosa
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
77 por ciento de los chiapanecos que nacen en condiciones de pobreza, difícilmente logran mejorar su estilo de vida, e incluso generacionalmente, los hijos llegan a vivir peor que los padres.
Lo anterior, lo declaró la docente e investigadora de la Escuela Bancaria y Comercial, Ana María de la Rosa, de acuerdo a datos obtenidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), respecto a la «movilidad social».
La movilidad social es definida por el Inegi como el «cambio en la calidad de vida (vivienda, alimentación, educación) al que los miembros de una sociedad tienen acceso de manera estable en un tiempo determinado y que inciden de manera sensible en su patrimonio y en su prestigio social y la cual es derivada de la igualdad de oportunidades».
Sin embargo, en Chiapas, una entidad con altos porcentajes de desigualdad, resulta difícil ascender, por el contrario, desciende o se estanca.
«Existe una brecha significativa entre Chiapas y otros estados de la República con mayor movilidad social en términos ascendentes –sobre todo con los que se ubican más al norte-: en Baja California sólo el 18 por ciento se estanca, mientras que los que logran ascender a los niveles más elevados son el 11 por ciento».
Con base en un estudio de movilidad social realizado por el Colegio de México (Colmex), la investigadora Ana María de la Rosa, dijo que, lejos de que la movilidad social en Chiapas se estanque, registra un descenso: «en la escala de 100 niveles un chiapaneco nacido en el escalón número 25 retrocede al 21 en la edad adulta».
Factores que han contribuido a esta brecha son la discriminación por color de piel y género, así como las tasas de crecimiento dispares.
En cuestión de educación, según cifras del Inegi (2017) el 49.4 por ciento de la población mayor a 15 años se encuentra con rezago educativo; el 82.1 por ciento de la población es derechohabiente del extinto Seguro Popular (INEGI 2015), lo que presupone que sólo el 17.9 por ciento cuenta con un seguro médico.
Expuso que es importante incrementar la cobertura, calidad y pertinencia de la educación. Asimismo, facilitar a los jóvenes la transición de la escuela al mercado laboral, resolver las ineficiencias y desigualdades que genera un mercado laboral segmentado; y eliminar la exclusión y desigualdad en el mercado laboral.
