En Chiapas, ningún aspirante a gobernador defiende al pueblo

Hasta el momento, ninguno de los que han mostrado interés por suceder a Manuel Velasco Coello, incluso los autonombrados de oposición, se ha pronunciado en contra del alza al pasaje y el despido masivo de trabajadores

Rodrigo Ramón Aquino / Portavoz

[dropcap]H[/dropcap]an pasado 10 días del gasolinazo generalizado en el país y con ello, un sostenido aumento en los precios de bienes y servicios. En Chiapas, al recorte presupuestal —que significa menos recursos para la operación de las dependencias— se suma el despido masivo de trabajadores y el aumento al pasaje en el transporte público.
Al reclamo popular, el gobernador Manuel Velasco Coello respondió con un «no» al aumento al precio del pasaje que prácticamente ningún transportista respetó, pues este martes siguieron cobrando 7 pesos por corrida.
En esta coyuntura de crisis, llama la atención que ningún político o política que aspira a suceder a Velasco Coello en 2018 se ha solidarizado con el pueblo de Chiapas, ni ha planteado alternativas de solución que no repercutan los bolsillos de los que menos tienen.
Ni Eduardo Ramírez Aguilar, ni Fernando Castellanos Cal y Mayor, ni Luis Armando Melgar Bravo, ni Roberto Albores Gleason, ni Emilio Salazar, ni María Elena Orantes López, ni Plácido Morales, ni Rutilio Escandón Cadenas, ni Zoé Robledo, ni Rómulo Farrera se han pronunciado públicamente contra las medidas adoptadas por el gobierno de Chiapas en detrimento de la calidad de vida de los chiapanecos.
A lo más que han llegado algunos legisladores que piensan aparecer en las boletas electorales del proceso venidero, es a plantear tímidamente convocar a un periodo extraordinario en el Congreso para «revertir» los efectos del «gasolinazo».
Ningún aspirante a la gubernatura de Chiapas se ha atrevido a romper con la política de gobierno de Manuel Velasco, de la que crecientemente se quejan los ciudadanos y que tiene al primer mandatario verde del país en los niveles de aprobación más bajos. Ninguno quiere arriesgar su posibilidad de ser candidato, ni siquiera aquellos políticos que se autonombran de oposición.
A diferencia de Chiapas, en otros estados, como Coahuila o Jalisco, se implementan medidas emergentes ante el incremento en el precio de combustibles y la canasta básica, como disminución de salario de altos funcionarios, estímulos fiscales (no sólo a comerciantes y empresarios afectados por saqueos), freno al aumento al pasaje, fomento a la inversión y el empleo. Pero acá, la mejor medida de austeridad del gobierno es no tener empleados.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *