Cinco de Mayo: la batalla que México olvida

La efeméride que conmemora una victoria mexicana se convirtió en un fenómeno cultural en Estados Unidos, donde hoy ondea más la fiesta que la historia

Aquínoticias Staff

Este 5 de mayo, mientras en Puebla se colocan discretas ofrendas en memoria de la victoria sobre el ejército francés de 1862, a más de 3 mil kilómetros de distancia —en Los Ángeles, Chicago o Nueva York— miles de personas celebran con margaritas, fajitas y sombreros gigantes lo que llaman “Mexican Pride Day”. Ironía histórica: la fecha más mexicana no se festeja realmente en México.

La Batalla de Puebla fue una hazaña militar: un ejército mexicano pobremente armado —al mando del general Ignacio Zaragoza— logró frenar el avance del poderoso ejército francés, considerado el mejor del mundo en ese entonces. El grito de guerra “¡Las armas nacionales se han cubierto de gloria!” quedó inscrito en los libros de texto, pero no logró instalarse en la cultura popular… al menos no en México.

Una fiesta (re)construida al norte

Para los mexicanos migrantes en EE.UU., el Cinco de Mayo fue primero una afirmación identitaria y luego una oportunidad comercial. En los años 60, los movimientos chicanos convirtieron la fecha en símbolo de resistencia. Y a partir de los 80, las marcas de cerveza, comida rápida y música regional hicieron el resto.

Hoy, según cifras de Nielsen, el Cinco de Mayo representa una de las fechas con mayor consumo de cerveza en Estados Unidos. Restaurantes temáticos y supermercados despliegan banderas tricolores, y emisoras de radio dedican horas enteras a “la música de nuestra tierra”, aunque a veces confundan Puebla con Pancho Villa.

¿Y México? Conmemoración discreta, historia viva

En México, el 5 de mayo no es día festivo oficial. Las escuelas lo marcan con actos cívicos, y en Puebla se realiza un desfile militar que apenas aparece en las tendencias digitales. A nivel nacional, pesa más el 16 de septiembre o el 20 de noviembre. Y, sin embargo, el significado profundo del 5 de mayo —una victoria improbable contra una potencia extranjera— sigue siendo poderoso en un país marcado por desigualdad, memoria corta y nacionalismos selectivos.

Tal vez por eso, el Cinco de Mayo resuena más fuerte fuera de casa: porque allá, la nostalgia convierte las fechas en identidad, y la resistencia se celebra a ritmo de banda.

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