Bochil, intereses aviesos
En Bochil, el gobierno se encuentra dividido. La inconformidad ha levantado nuevamente la mano y no debe tomarse a la ligera. Evitar más enfrentamientos debe ser la prioridad. Sobre todo tras los señalamientos de cuatro miembros del cabildo y decenas de pobladores, en rueda de prensa en Tuxtla Gutiérrez, en contra del presidente municipal, Gildardo Zenteno Moreno, por desvío de recursos e ingobernabilidad.
El tema no es nuevo. Cierto. Recordemos que la exigencia de las comunidades de recibir el recurso del Comité de Planeación para el Desarrollo Municipal (Copladem), tal y como las habían malacostumbrado en el pasado, fue la gota que derramó el vaso. Es decir, pedían el dinero en efectivo y no invertido en obra pública. El problema en sí fue la forma y, por tanto, el fondo en el manejo de dicha situación.
La falta de tacto, inoperancia y soberbia del presidente municipal detonó el problema. Su impericia le impidió ver que estaba creando un conflicto que hoy ha escalado hasta llegar a las propuestas de quitarlo del puesto y ha detonado un problema de ingobernabilidad que debe ser frenado antes de que terminemos evocando el viejo refrán de muerto el niño, a tapar el pozo.
Cuando los grupos opositores denunciaron maltrato y falta de compromiso de Zenteno Moreno, sus aliados no entendieron la gravedad del problema y azuzaron a grupos de choque: la vieja escuela del garrote. El resultado fue la violencia que en 2019 se desató. Todo está documentado en los medios y hemos leído ya sobre ello.
Sin embargo, todo conlleva a un origen. Los espectros detrás del conflicto son de Ixtapa. Uno de ellos es Roberto Aquiles Aguilar Hernández, priista de hueso colorado, quien mantiene el control político en la zona y trae metidas las manos por interés en la obra del Copladem. Incluso, por eso a su hija Iris Adriana Aguilar Pavón la hizo diputada por el distrito de Bochil.
Pero no contaban, en sí, con la inexperiencia política del presidente municipal. Menos con que su equipo pasara facturas a la paz social del pueblo. Con ello, la encomienda de restablecer el orden y trabajar en armonía, dada por el gobernador en esta 4T, no ha sido acatada y en su lugar se han filtrado las intenciones de un ayuntamiento fracturado, cargado de abusos, que no embona con las necesidades del municipio.
Nadie olvida que este presidente municipal es quien metió a la cárcel a una mujer embarazada (excandidata de Morena); tampoco que quien ahora protege a Zenteno Moreno es la diputada Aguilar Pavón, y que cuando se filtró el video en donde se le vincula a la legisladora con la desestabilización de la zona fue ella quien llamó enojada por la deslealtad del edil. Menos que en Bochil ambos siguen consumando revanchas en contra de quienes no comulgan con su forma de operar. ¡Uf!
Eso por una parte. Por otra, parece que los inconformes que ayer arribaron a Tuxtla salieron de otros intereses. Por ejemplo, del discurso que emitiera en diciembre el diputado Omar Molina Zenteno, quien había demandado diálogo y solicitado a quien no estuviera de acuerdo con el actuar del mandatario municipal, acudir pacíficamente a la capital a «denunciar» los «actos de corrupción» que conocieran. Curioso.
Por ello tampoco es fortuita la denuncia del faltante de ocho millones de pesos, tan sólo en el mes de febrero, que el primer regidor Marcos Pérez Díaz señaló. Menos que estuviese respaldado de la síndico y dos regidores más —el cuarto y el quinto—, y que cargaran con decenas de vehículos con los que movilizaron alrededor de 300 personas, dato que el mismo funcionario dio al inicio de la entrevista con medios.
Pensando mal para acertar, como pide el dicho, los intereses particulares y la búsqueda del poder en ese municipio permite ver dos cosas simples:
PRIMERO. Al presidente municipal le dividieron ya el Cabildo. Grave error. No sólo trae pugna con grupos en la zona, sino que no camina en el mismo sentido de su síndico y dos regidores. Alguien a estas alturas, su grupo de asesores de Ixtapa quizá, debió advertirle que eso de pelearse con quienes vigilan la administración pública pasa facturas de muy alto costo y las pagará más adelante. Claro, él no ha entendido que lo están usando y que es simple ficha de cambio en cuanto no represente nada a sus aliados.
SEGUNDO. Dos intereses han chocado. Los Aguilar Pavón y Molina Zenteno. En ambos hay una aspiración a las elecciones 2021 para buscar la sucesión de la presidencia municipal, y el control del pueblo. Ojalá y en la calentura anticipada de ambos se busque la solución de fondo a este conflicto. La política debe ser de acuerdos, repito, y no hacer uso de la violencia para buscar que los intereses particulares se impongan.
Por lo pronto, esperemos que la Auditoría Superior del Estado tome cartas en el asunto y atraiga el tema del desvío denunciado en Bochil. Zenteno Moreno puede ser uno de esos valientes que levanta la mano cuando se pide voluntarios para castigar la corrupción.
Manjar
Al subsecretario de Servicios y Gobernanza Política, Giovvany Alexander Campos Amaya, le cantaron las golondrinas vaya usted a saber por qué razón; aunque en pasillos se habla del tema de corrupción. Su nombre, incluso, fue borrado de inmediato, tras correr el rumor de la noticia de forma extraoficial, del portal del gobierno. No hay nadie en ese puesto. Al parecer aún valoran quién ocupara ese espacio. Se sabe, eso sí, que Alejandra Cruz Rovelo es quien está despachando desde ahí, aunque aún no es oficial que sea ella la subsecretaria. Por lo pronto otros nombres en la lista del gabinete han corrido entre rumores como próximos a armar maletas y concluir su viaje. Veremos si se dan enroques o tristes adioses. #Cambios // «El contenido de tu personaje es tu elección. Día a día, lo que elijas, lo que piensas y lo que haces es en lo que te conviertes». Heráclito de Éfeso. #LaFrase // La recomendación de hoy es el libro Los hijos errantes de Mikel Ruiz y el disco de Never Get Out of These Blues Alive de John Lee Hooker. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer. / Imagen cortesía del fotoperiodista Marco Rangel.