Ante la inoperancia, el garrote
Tapachula ha sido, desde hace varios trienios ya, un botín político. Presidentes municipales llegan y se van sin un plan de desarrollo real y sin más interés que el personal. Interesados en otros puestos, los munícipes utilizan al ayuntamiento como un trampolín. El resultado es el que hoy todos conocemos.
Los señalamientos por peculado, tráfico de influencias, abuso de autoridad y corrupción han sido el pan de cada gobierno en la Perla del Soconusco sin que nada pase. De Emmanuel Nivón a Óscar Gurría han cambiado sólo los nombres y rostros. Nada más. La inoperancia, incluso, muestra que persiste la misma forma de gobernar sin cuidar tampoco el fondo. Grave situación.
Por ello, en lo personal, no me extraña la agresión a la prensa por parte de los policías en Tapachula. Menos aún que la instrucción viniera del secretario de Seguridad Pública Municipal, Pedro Enock García Palazuelos.
No olvidemos que éste ha sido sindicado en otras ocasiones de aplicar métodos represivos con lujo de violencia sin importar que se ataque a mujeres y menores de edad, incluso fue acusado de despidos injustificados y de evadir el brazo de la justicia cuando el Tribunal Burocrático lo requirió en mayo de 2019 (datos en este link https://www.meganoticias.mx/tuxtla-gutierrez/noticia/profugo-secretario-de-seguridad-de-tapachula/74413).
Sin embargo, es preocupante, sí, que el departamento de prensa del presidente Óscar Gurría, bajo órdenes del mismo munícipe o de sus «asesores», se desentienda de forma irresponsable del tema de la agresión a los comunicadores, cuyo delito fue el documentar los hechos que el gobierno municipal quería evitar se difundieran.
Preocupante, digo, porque con ese tipo de respuesta ha dejado en claro que las instrucciones de actuar de esa forma y de agredir están siendo cobijadas y respaldadas desde su papel como presidente municipal y eso es muy grave.
Peor aún, me parece, es que el presidente emita una postura frívola y mezquina que en nada abona a la paz social ni al restablecimiento del Estado de derecho en el que trabaja el gobierno que encabeza Rutilio Escandón Cadenas.
Todos sabemos que Óscar Gurría obtuvo la presidencia municipal de Tapachula como premio de consolación. Le guste o no al doctor es así. Para que no quedara bailando en el limbo de los desprotegidos fue ungido y le entregaron una papa caliente.
Digo, su ambición personal y su objetivo no eran esos. Fuimos testigos de que entregó la presidencia de Morena en Chiapas y que su mirada estaba fija en la gubernatura de nuestro estado. Esa era su línea y tuve la oportunidad de escucharlo de su propia voz en el aeropuerto de la Ciudad de México cuando yo acompañaba a un amigo en común, y cruzaron palabras en un café. En aquel tiempo, no lo olvido, se mostraba confiado de tener «línea de arriba».
Pero el sueño de Gurría era como el que describe Pedro Calderón de la Barca en La vida es sueño. Uno que construyó en el aire y sin bases sólidas. Quería salir de las sombras, de no ser conocido y ocupar un puesto que, afortunadamente, no tuvo. Imagine el nivel de represión que viviríamos en la entidad en manos de su política del garrote que ahora muestra sin pudor alguno.
Así, sin oportunidad de obtener la gubernatura, Gurría soñó después con el Senado. Estar en la Cámara Alta pasó por su cabeza también y en la interna de Morena se mostró mezquino con varios de sus oponentes. También sabemos de ello y de cómo manipuló las encuestas.
Viajó y viajó, una y otra vez, casi siempre solo, al centro del país para amarrar algo en alguna parte. Quizá, a esas alturas, ya no le importaba qué fuese. Y le funcionó. Porque cuando fue bajado de la terna en donde quería quedar, la instrucción fue de apoyarlo con algo y entonces he ahí lo que hoy vemos: un munícipe acartonado y sin amor por el pueblo y su gente. Un político que se mantiene esperando, acechando la oportunidad de hincar el diente a otro puesto.
Triste pero Gurría es presidente municipal por el seis de seis, como lo es también Carlos Morales en Tuxtla Gutiérrez. Por ello se entiende que usa esa política de oídos sordos y la evasión de los compromisos de campaña. Hay quien dice que su objetivo ahora es la reelección. Esperemos que no sea así. ¡Pobre Tapachula!
Por lo pronto, al presidente municipal seguramente la Fiscalía de Periodistas le va poner dedo en la llaga. También la diputada Olga Luz Espinosa presentó un punto de acuerdo donde solicita a la Comisión Permanente un llamado de atención a Gurría para que garantice la libertad de prensa y expresión en su municipio, y se conduzca con respeto.
Alguien debería decirle al doctor que un gobierno con bandera progresista que usa el garrote como método de mediación de conflictos representa una contradicción enorme. Es un sinsentido. Nunca la represión política y social será la forma de solucionar lo que por años se ha venido sembrando y que ahora cosecha el descontento social.
Es simple. Si hacer política no se le da, que busque otro espacio. La administración pública requiere de funcionarios que sean el nexo entre el poder político de turno y los ciudadanos, y no de aquellos que usan el viejo sistema del garrote que tanto han criticado para mostrarse justos bajo su endeble y ridículo disfraz de tiranos.
Manjar
Profeco es una institución muy compleja en la que no todo se maneja a través de las «delegaciones» (ahora son encargados de despacho los funcionarios y están en un proceso de transición del que hablaré en otra entrega). Hay que señalar, sí, que a raíz de la corrupción e impunidad, detectada en años anteriores, se les quitaron a las otrora «delegaciones» facultades y se centralizaron. Por ello, ojo, la instancia responsable de velar porque den litros completos de gasolina es la Dirección General de Combustibles en las Oficinas Centrales que tiene una brigada que está atendiendo las denuncias que reciben a través de la aplicación «Litro Por Litro». Es más, tengo entendido que se han inmovilizado varias máquinas que han sido detectadas con anomalías no sólo en la venta completa de combustible, sino en temas como la seguridad. Así de simple. #AclarandoParadas // «No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar». Albert Camus. #LaFrase // La recomendación de hoy: el libro El señor presidente de Miguel Ángel Asturias y el disco I Walk the Line de Johnny Cash. // Recuerde no comprar mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.