Ixtacomitán y la tensa calma
En menos de ocho días, dos marchas ciudadanas se han llevado a cabo en el municipio de Ixtacomitán. Esto ha prendido una alerta en la zona por la tensión generada entre los habitantes inconformes y los transportistas.
¿La causa? El incremento injustificado del pasaje en la zona, según denuncian los mismos pobladores afectados. Más la cerrazón de los concesionarios a la demanda de los habitantes que argumentan que muchas unidades ni siquiera están en condiciones de brindar seguridad a los usuarios, violan las leyes al meter hasta cinco pasajeros y se atreven a querer cobrar más.
Los manifestantes han sido firmes al indicar que la Secretaría de Movilidad y Transporte en el estado no ha autorizado ningún aumento en la tarifa (ojalá así sea) y, por tanto, los conductores se deben apegar al tabulador del kilometraje y no abusar en los cobros que están golpeando duro en los bolsillos de los que menos tienen. Justo es.
Todo indica que los concesionarios han hecho caso omiso a los señalamientos (siempre hacen lo que quieren) y a las peticiones de los habitantes, lo que ha generado cierta tensión que deberá ser atendida cuanto antes para evitar que el problema escale.
Aquí es indispensable que los delegados en la Zona VIII Norte, Alfredo Ramírez y Marco Antonio Coutiño Palacios, intervengan y cabildeen el tema con ambas partes buscando que los involucrados resuelvan sus diferencias por la vía del diálogo, que se pondere la cordura y que más allá de minutas para la foto se atienda este problema de fondo.
Es increíble, de verdad, que pese a que ya hay bloqueos, que se han dado señalamientos directos, que se tienen antecedentes históricos, que van dos marchas y que han tomado las instalaciones del sitio Ermita, la pasividad de ambos delegados sea tan grande y no les ocupe dar solución a este asunto.
Las instrucciones del gobernador Rutilio Escandón Cadenas han sido claras y precisas al pedir que cada funcionario haga lo que le corresponde, que cumplan con el trabajo por el que fueron contratados pues, y en este tema a los delegados le está quedando grande el cargo al no mostrar capacidad dejando que la tensión crezca.
Ya las experiencias del pasado —con los gobiernos anteriores— nos han mostrado en qué terminan los problemas cuando la inoperancia los abandera. Desentenderse de este tipo de temas tan sensibles tiene resultados bastante lamentables. La historia es cíclica y quien no la conoce, la repite. Aguas ahí.
Nadie quiere que a estas alturas en Chiapas se detone un enfrentamiento entre habitantes y transportistas que golpearía la gobernabilidad y el restablecimiento del Estado de derecho que se ha venido trabajando.
Pero sobre todo, considero, mostraría que a los delegados en las zonas asignadas les importa poco lo que suceda. Ojo, muchos casos en el pasado, de los que se desatendieron los anteriores delegados porque recibían buenas sumas de dinero de parte de los concesionarios, terminaron con saldos rojos.
Que los funcionarios entiendan que su trabajo es evitar que estos problemas se generen. Y de darse, deben tener la capacidad probada de poder atender y solucionar los conflictos en pro de la paz social. Es lo mínimo que se requiere.
Si los transportistas están abusando en los cobros, si violentan los derechos de los usuarios, si no cuentan con seguros de viajeros, si los amontonan poniendo en riesgo su integridad, si las unidades no cumplen con los lineamientos que exige la ley, lo justo es que la Secretaría de Movilidad y Transporte tome cartas en el asunto y se sancionen dichas faltas.
Más allá de sus negociaciones particulares y los intereses aviesos —que en muchas ocasiones se asoman— se requiere sensibilidad y voluntad política (no me cansaré de señalarlo) para que esos problemas no se les salga de las manos.
Si los delegados no están dando el ancho deberían renunciar. Por ello esos espacios deben ser ocupados por gente no sólo que conozca la zona o que tenga ganas de servir, sino que entienda de política. Es decir, que comprenda que su función es ser nexos, que coordinen, que vinculen y no que se ausenten o tomen partido por uno u otro lado y causen más problemas que soluciones.
Seguramente el tema ya está en la mesa de Palacio de Gobierno en donde ya analizan la forma en que van a intervenir y buscar la solución más adecuada, que a mi parecer es la de respetar los tabuladores y establecer una tarifa justa que no afecte la economía del ya tan golpeado pueblo.
Ojalá que les pongan un alto a los pulpos del transporte en esa zona y en todo el estado, dicho sea de paso.
Desgraciadamente se han acostumbrado a moverse al margen de la ley, a incumplir, a hacer lo que se les pega la gana y confrontar a la ciudadanía que requiere de las unidades para poder trasladarse.
Sería bueno ponerles un alto para que entiendan y les quede claro aquello que el actual gobierno especificó desde un inicio: nada ni nadie fuera o al margen de la ley. ¡Dicho está!
Manjar
El esfuerzo que hacen los presidentes municipales de Chiapas por ser nota nacional es digno de replay. Siempre sobresalen, o por ineptos o por abusivos o por comprarse premios. Pero lo hacen. Esta vez le tocó el turno a Soyaló y a su munícipe Samuel Ortiz, quien bajo una implementación ilegal violenta la Ley Federal del Trabajo al descontarles mil pesos del salario a los trabajadores que no compartan o reaccionen a las publicaciones que el ayuntamiento sube a las redes sociales- A este le tocó ser evidenciado ahora en El Universal. Es ridícula la forma en que muchos operan y que terminan siendo el hazmerreír en materia política. Ahora resulta que ante la incipiente capacidad de sus operadores de comunicación, que no logran respuestas en sus publicaciones, son los trabajadores quienes deben pagar los platos rotos. Bien dicen que si quieres ver la esencia de un hombre dale poder y ahí mostrará de qué está hecho. #OtroPayaso // «No me gusta que las historias se acaben, ni en el cine, ni en la literatura, ni en la vida. Siempre tiene que haber más posibilidades, más caminos, más respuestas». Vicente Leñero. #LaFrase // La recomendación de hoy: el libro Lo clásico y el talento individual de T. S Eliot y el disco Green River de Creedence Clearwater Revival. // Recuerde no comprar mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.