Suicobach, en riesgo
La situación por la que atraviesa el Sindicato Único Independiente del Colegio de Bachilleres de Chiapas (Suicobach) debe prender los focos rojos de sus integrantes. No es para menos. Están al borde de perder el registro. Eso significaría un duro golpe a la base trabajadora y a las conquistas laborales obtenidas todos estos años.
Y todo, debo decirlo, derivado del hambre de poder y el arribismo de algunos miembros del Comité Ejecutivo que no han sabido desempeñarse como tal, y se han dejado arrastrar por la corrupción e impunidad: binomio que ha socavado a este sindicato.
Por ello, el mensaje de advertencia que emitió Uber Gamboa Escobar, como miembro activo del Suicobach, en rueda de prensa celebrada en la cafetería Biomaya, no debe tomarse a la ligera. No a estas alturas.
Debería, en cambio, poner en alerta a los más de cuatro mil miembros de esta agrupación y movilizarlos antes de que la hecatombe los alcance, los oprima y los reviente. Imagine usted tirar más de 30 años de vida sindical. Sería, considero, un error gravísimo y una estupidez innombrable.
El tema requiere, sí, de voluntad. Y es simple. Los sindicalizados deben unirse y exigir que la Secretaría General convoque a una asamblea urgente en la que se reformen los estatutos antes de que abril concluya. Lo señalaron en la conferencia de prensa y ahora debemos esperar si el llamado surte efecto. Si tiene eco.
No hay de otra. A estas alturas no lo hay. Se requiere una reforma para que estos nuevos estatutos permitan que la nueva dirigencia tenga validez oficial y pueda, de ese modo, mantener el registro. Tan simple como eso. Ahora veremos si logran caminar en la misma ruta. O si los intereses se los permiten, que es peor.
Porque el problema recae directamente en las manos de Víctor Manuel Pinot Juárez, el líder que se niega a entregar la estafeta y que por más de 18 años se ha encargado de cosechar prebendas y canonjías para él y sus allegados, al grado de tener ahora al Suicobach sumido en una histórica crisis.
No es un secreto. Todo mundo sabe que Pinot se ha ocupado por amarrar acuerdos que le permitan mantenerse seis años más en el poder. Se ha ocupado de buscar dividir al sindicato en el interior para mostrar una fractura y sacar ventaja de ello.
Lo malo de todo es que en esa desesperada búsqueda por volver a ser palomeado ha cometido un sinnúmero de errores que le van a pasar facturas a futuro. Claro, ahora eso es lo que menos le preocupa.
Digo, a lo que teme seriamente es a la Caja de Pandora que se abrió hace no mucho. Esa caja a la que se prestó en el fraude en contra de los sindicalizados y que lo tiene bastante ocupado, porque sabe bien que ante los otros, que ante los nombres y apellidos de los que se llevaron las rebanadas más grandes del pastel, el sacrificable es él.
Y aquí deberíamos empezar a pensar mal. En una de esas y acertamos. No cree.
Porque conociendo a Víctor Pinot me resulta burdo creer que pasó por alto este problema, que se le fue algo tan delicado de las manos. Al contrario, en el fondo todo pareciera forjado de ese modo para que el Suicobach desaparezca, para que pierda el registro, para que los últimos diez años de excesos del líder se hagan humo.
Pero sobre todo, seguro estoy, para que se borre el pasado en el que encaja el fraude multimillonario y su probable responsabilidad que lo llevaría directo a la cárcel.
Quien haya planeado esta idea es bueno, pero le faltó colmillo (olvidaron que forma es fondo). O aliados, que es peor. Pensar en un plan perverso y dejar hilos sueltos, termina pasando cuotas algo elevadas. Ya verá.
Quizá lo único que reprocharía a los miembros que denunciaron la crisis del Suicobach es que les faltó poner el punto sobre las íes. El dedo en la llaga. Porque pienso que la tibieza en estos casos no ayuda de mucho. Más si se trata de hombres y mujeres que aspiran a un puesto en el nuevo Comité.
Quizá, eso espero, para la próxima quienes denuncien dejen el miedo y puedan poner nombres y apellidos a los males que los aquejan. En pleno siglo XXI y creer que Pinot es intocable resulta un chiste malísimo que cuenta solo.
Por lo pronto el tema ya fue ventilado. El más interesado en que el Suicobach desaparezca es Pinot. Sería el agua pura y cristalina para lavarse las manos. Ahora está en los sindicalizados ejercer presión y unirse para no ver sus logros evaporados.
Manjar
Dicen que Alfonso Estrada Pérez, presidente municipal de Ocozocoautla, no tiene un pelo de tonto (lo dudo, pero así dicen). Que entre sus elucubraciones piensa poner a competir a dos hermanos, alfiles suyos, rumbo al 2021. Su primer jugada es su esposa Estrella Hernández, la presidenta del DIF municipal y quien se presenta como la mera jefa de Coita, sin importar que usurpe funciones. Su segunda jugada es Rosemberg Hernández, su cuñado y actual tesorero del Ayuntamiento. La primera iría, según ella, por Chiapas Unido (todo está pactado, asegura). El segundo, coquetea con una Asociación Civil dela zona Norte y anda en busca de un color. Lo cierto es que Alfonso sabe que no tiene partido político que lo acuerpe. Las traiciones en política tienen costos bastante elevados. Algo que seguramente él no entiende porque nunca ha sido político y goza de la suerte de ocupar un puesto con apenas la primaria (él me lo confesó en una entrevista donde sudaba por el miedo a la cámara y a las grabadoras en una mueblería). Pobre Coita si no le ponen freno a esta familia que piensa que el erario es su caja chica y que el ayuntamiento es su empresa. Tiempo al tiempo. #CochisyTrompudos // «Solo diré que lo único que un escritor debe trabajar es la documentación que ha recogido como resultado de su propio esfuerzo y observación, y no puede negársele el derecho a emplearlo. Se puede condenar, pero no negar». Truman Capote. #LaFrase // La recomendación de hoy: el libro Tiempo nublado de Octavio Paz y el disco Suite Troileana de Astor Piazzolla. // Recuerde no comprar mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.