Cdigo Nucú / Cesar Trujillo

El barco amarillo

En marzo, antes que la pandemia hiciera estragos en Chiapas, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) celebró una asamblea a la que nombraron «Firma del Pacto por la Unidad». En ella se reunieron los líderes de las cinco expresiones políticas del sol azteca, así como quienes encabezan los comités municipales en la entidad, así como los hombres y mujeres que han construido la militancia amarilla. El acuerdo fue sencillo en la forma pero complicado en el fondo: buscar caminar unidos.
La tarea era difícil. Sí. Lo digo porque por años hemos visto el jaloneo al interior entre las tribús y el desmembramiento que siempre era tiro cantado en el instituto amarillo. Sobre todo cuando se trataba de elecciones o de ponerse de acuerdo a quién apoyar, donde saltaban los intereses personales y abandonaban los del partido.
Las pugnas internas terminaban desgastando los liderazgos y mermando el trabajo en equipo. El resultado no era bueno. Sin embargo, con la conformación de Morena, y ese grave error de abrir sus puertas a todos, mucha de esa fauna nociva que abanderaba las tribus mudó de piel y se refugió en el nuevo proyecto de nación. El resultado también lo hemos visto.
Hoy, pese a las lecturas de algunos que vaticinaban que dicho pacto no se cumpliría, éste surgió sin contratiempos. Y quedó demostrado este fin de semana cuando los líderes del sol azteca formaron, primero, una planilla de unidad tras dialogar sobre el rumbo que necesita el partido; y, segundo, nombraron a la nueva dirigencia estatal en votación unánime y completa armonía.
Las negociaciones, claro está, no se dieron de la noche a la mañana. Sería una falacia de mi parte decir que todos abanderan los mismos intereses o aspiran a los mismos sueños. Lo cierto aquí es que tienen clara la lectura sobre la situación política del país y la de la entidad. Lo cierto es que han entendido que el sistema de partidos se encuentra atravesando una crisis severa y que solamente la unidad podrá llevar al barco amarillo a buen puerto en este periodo de tormentas, pero sobre todo que hacer de las diferencias una fortaleza es un principio básico en política.
Tener claro que el efecto AMLO sigue vigente, de otra forma, guste o no, es fundamental para los institutos políticos. Sobre todo en la antesala para las elecciones 2021. El reto de los partidos, incluyendo al PRD en Chiapas, es mantener los municipios que gobiernan desde 2018. Del mismo modo es importante que hagan un análisis profundo de cuántos de éstos han ido perdiendo con el paso de los años. Encontrar las causas principales siempre da un panorama a futuro. No es tarea fácil, lo sé. Tampoco imposible.
Quienes quedaron a cargo de cada uno de los puestos dentro del nuevo Comité Ejecutivo Estatal han sabido construir sus liderazgos en cada una de las expresiones políticas en las que se encuentran. La militancia los conoce y los representantes de dichas expresiones saben del trabajo que cada uno ha hecho en este tiempo, en diferentes municipios, y entienden lo que representan para el partido en la antesala del 2021.
Cada uno tiene claro qué porcentajes aportan al partido en cuanto a militancia desde cada rincón de la entidad, efecto que se traduce en votos y en respaldo cuando llega el tiempo de salir a ejercer el derecho a elegir.
No es fortuito, por ende, que de la Presidencia pasara a la Secretaría General sin problemas César Espinosa Morales, y que el mismo comité electo lo nombrara Consejero Nacional del PRD. Lo mismo pasa con José Antonio Vázquez Hernández, quien de la Secretaría General pasó a la Presidencia.
Como tampoco es fortuito que llegaran la dra Florydalma Flores Torres, Mabel Alfaro Girón, Anna Osorio, José Luis Cruz Hernández y Luis Flores Rivera, quienes están ubicados estratégicamente en cinco secretarías en el nuevo Comité que tendrá un reto mayúsculo y que seguramente saldrán bien librados de él.
Quienes critican esos cambios y ven solamente un simple enroque, sin buscar mirar al fondo de todo, es porque desconocen, quizá, un factor simple: Foro Nuevo Sol (FNS) y Alternativa Democrática Nacional (ADN) representan el 81 por ciento de los 49 mil 168 afiliados al sol azteca en la entidad. Nadita, dirían por ahí. Las otras tres corrientes conforman el 19 por ciento de afiliados. Lo anterior es factor de peso a la hora de definir espacios. Lógica pura en todos los institutos políticos.
Así, cada corriente tiene un trabajo con la militancia en los diferentes municipios y ahora han decidido, de forma inteligente, trabajar en unidad rumbo al primer reto que tienen ya a la vuelta de la esquina y que será sumamente complicado: el 2021.
Por lo pronto, hay nueva dirigencia. Con ella vienen nuevos retos y nuevas formas. Ganar ganar fue la apuesta de las cinco corrientes. Les va funcionando y les va a funcionar si se mantienen en esa sintonía.
Deberían recordar aquellos que opinan con la víscera que en política los muertos no existen. Es más, la historia nos ha enseñado que, incluso, salen de sus tumbas a tomar su identificación y hasta votan.

Manjar

Aún no logro entender a qué está jugando la dirigencia del Partido Acción Nacional en Chiapas. Quizá Carlos Palomeque no supera que la ahora diputada Janette Ovando le quitó la presidencia a su protegida Fabiola Ricci y por eso ha recurrido a un error (un osote, dicen) al decir que la legisladora no es militante y que nunca ha pertenecido a este instituto político. De ser así, terriblemente claro, quedaría demostrado que Acción Nacional dejó en manos de una extraña, de quien no es panista, las prerrogativas y la dirección del partido desde el 2016. Es decir, alguien ajeno tomó las riendas, ganó las elecciones e hizo polvo al partido. Por algo Paco Rojas abandonó ese barco y otros más buscan ya colores que los apapachen. Solitos, entre ellos, se andan dando con todo. Ni cómo ayudarlos. Desde la figura nacional están jodidos. Ahora hasta actores se volvieron con eso de los viodeoescándalos. ¡Ish! #OtraRayaAlTigre «Señora, estoy aquí en el sitio / de aquel diván y aquel recuerdo. /Es ya ceniza el fuego extinto, / pero al crepúsculo otro leño / se encenderá para el olvido / y habrá otro amor cerca del fuego. / -Tedio del goce en lo previsto / tras la igualdad de lo diverso-. / Yo estaré solo y en mí mismo. / Tú de ti misma estarás lejos. / Pero aunque todo esté distinto / y se ilumine un amor nuevo, / tú volverás desde el olvido / en el crepúsculo y el fuego». Alberto Ángel Montoya. #ElPoema // La recomendación de hoy: el libro El otoño recorre las islas de José Carlos Becerra y el disco Let it Bleed de The Rolling Stones. // Recuerde: no compre mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

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