La principal recomendación de los expertos es construir azoteas verdes con plantas nativas locales y no con plantas exóticas. Te contamos más al respecto
Lucero Natarén / Aquínoticias
Los techos, azoteas y muros verdes son grandes herramientas ciudadanas que se pueden convertir en auténticas trampas ecológicas para captar los metales pesados y los gases tóxicos que circulan en el ambiente, señaló el investigador del Instituto de Biología, Jerónimo Reyes Santiago.
El especialista no es el único que considera que es urgente que la ciudadanía ponga de su parte para contribuir a detener el deterioro ambiental del planeta. En Chiapas, por ejemplo, el doctor Gabriel Castañeda Nolasco, junto a un equipo académico, ha trabajado en el uso de plantas para el techado de los hogares y así mejorar la temperatura, al tiempo de generar ahorros de energía eléctrica.
Reyes Santiago señaló que las azoteas y muros verdes son una oportunidad que tiene la ciudadanía para contribuir a detener los efectos del cambio climático, sobre todo si las personas construyen azoteas verdes con plantas nativas locales, evitando incluir plantas exóticas o invasoras.
El objetivo de construir techos verdes es que gracias a las plantas «se retienen las partículas dañinas en sus tejidos a través de las hojas, tallos y raíces, por lo que se convierten en filtros que capturan esas sustancias y gases tóxicos, para después eliminarlos paulatinamente».
El costo de crear un techo verde oscila entre los doscientos pesos hasta los 3 mil, esto dependerá mucho de los materiales que se utilizarán y la superficie que se va a ensamblar.
Reyes Santiago concluyó que no se debe dejar de lado usar materiales reciclables para crear el techo verde, «una opción práctica es la de los recipientes de fabricación casera, reciclando los empaques desechables de unicel que se utilizan en los mercados para transportar frutas o legumbres; son una excelente alternativa: ecológicos, ligeros, térmicos, resistentes al sol y a los cambios de temperatura», dijo.
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