Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

Seguridad ¡he ahí el dilema!

La Asociación de Columnistas Chiapanecos que preside la compañera Maryjose Díaz Flores, nos reunimos con el recién nombrado secretario de Seguridad Pública, Tránsito y Movilidad Municipal de la capirucha, Tuxtla Gutiérrez, el Comisario Octavio Lozoya Uribe y créanmelo, lo digo a título personal, fue de menos esperanzador cuando sin prurito alguno se abordaron temas que hieren y lastiman a la ciudadanía capitalina. Medir a un gobierno y sociedad sobre sus condiciones de bienestar y desarrollo, se funda entre otras variables ¡claro en la de seguridad!, como tema toral y es de entenderse. Sin seguridad o al menos la certidumbre de su existencia, crea sociedades inquietas e incluso improductividad. De menos. Y no es el tema pero díganme si no en, por ejemplo, el bello puerto de Acapulco, Guerrero, otrora un destino turístico non para los mexicanos e incluso para visitantes extranjeros, hoy podrían ofrecerle un paquete VIP con desayuno incluido y estoy cierto lo pensaría. De menos dos veces. No trato de entrar en comparaciones porque como dice el poema «Desiderata»*, resultaríamos vanos o amargados. Me queda claro. Pero tal y como lo advierte el Comisario Lozoya Uribe, es decir el flamante secretario de seguridad municipal, la tarea por delante ni es fácil ni nadie dijo que lo fuera. (No textual). Al tiempo que ilustraba que la norma internacional en la materia sobre de la existencia, de menos, de tres elementos de seguridad pública (policías) por cada mil habitantes, con los casi mil 70 con las y los que se cuenta en el municipio, queda claro que esta norma no se cumple.
Fue claro en señalar las condiciones en las que se encuentra dicha corporación al aceptar que en materia de salarios, seguridad social e incluso promoción interna de los elementos destacados, se ha incumplido. La propuesta dijo está en la «humanización» (ésa fue mi lectura) del servicio policial y lo ha instruido el joven alcalde Fernando castellanos Cal y Mayor, en precisamente darles su lugar a cada uno de los que conforman esta secretaria y claro, por contrario, separar de sus funciones a aquellos elementos que no se apeguen y cumplan con los estándares oficiales. Déjenme decirles qué, como es todo en la vida, la primera impresión cuenta y lo percibido por un servidor de este profesional de la seguridad (su carrera la hizo en la Policía Federal de Caminos según capté) venido desde el norte del país (Chihuahua) hace ya un buen de tiempo se encuentra entre nosotros y, sin poner las manos al fuego, creo y hago votos (ahora sí de fe) que cumpla con su cometido y responsabilidad porque en ello, entenderán, nos va la vida misma. Je. Entiendo que este tema es resbaloso por dónde se le quiera coger, pero sería considero de menos estúpido, partir de la base de que en Dinamarca todo está podrido, máxime si se quiere sustentar la postura, aunque válida, en consignas políticas. Insisto, todo un despropósito. Y admito y no me estoy curando en salud, que voces quieran marcar diferencia entre el propósito y la realidad, y por ello consideren que resulta aventurada cualquier lectura en positivo. Al menos yo correré el riesgo de equivocarme, pero no ni nunca, solo habitar en el lado oscuro de la luna. Espíritus pusilánimes.
A qué voy, trataré de hacerme entender. Por principio de cuentas; que el encargado de velar por la seguridad de las familias tuxtlecas en este caso específico haya decidido reunirse con periodistas y ya no me constriño a la asociación de la que formo parte, les comento, un día antes lo habría hecho con otro grupo de periodistas, de entrada la lectura si es que la quiere compartir, es que no rehúsa la confrontación de ideas y temas sobre lo que atañe a su función y eso, de entrada, es de reconocerle. Cuando en el ámbito estatal la señal mandada hasta hoy es de cerrazón, me refiero por supuesto al secretario de seguridad Pública estatal creo se apellida LLaven Abarca, ¡jamás! (y no estoy amarrando navajas) se ha reunido, bueno al menos no con los columnistas asociados. Necesitamos pues, y no me refiero solo a los comunicadores sino a la sociedad en general, tener mayor interrelación COMUNICACIÓN con quienes tienen la responsabilidad constitucional y legal de cuidarnos. Saber qué hacen, cómo lo hacen, cuándo lo hacen, quiénes lo hacen y cuánto nos cuesta que ellos realicen su función es menester. Qué de igual manera escuchen a través nuestro y directamente de la sociedad de manera individual u organizada la situación de inseguridad y delincuencia que priva en nuestras colonias, nuestras comunidades y municipios. Que no sea que solo sabemos de ellos cuando salen cómplices de actos delictivos. Peor aún, reflejos de realidades como la de Iguala, Guerrero.
Concluyo; me comentaba un buen amigo que vive allá por el rumbo del kilómetro 4 casi a las faldas del parque nacional Cañón del Sumidero que a su vecinita le entraron a robar en su casa, sí; otro me dijo enchilado hasta ya saben dónde que a su hijita por el rumbo de los mercados le arrancaron su cadenita. Y no se llamaba Carmen. Cierto y yo les podría contar alguna experiencia más cercana que las del tercer tipo ¡peroooo!, sí pero y no lo hago a manera de justificación, tendríamos que tener todos en nuestra casa y para cada uno de los miembros de la misma, un policía para cuidarnos. No perdamos de vista que el hambre es cabrona y en una entidad como la nuestra en las que no hay opciones ni oportunidades de empleo, o te dedicas al ambulantaje (hoy acotado) o la desesperación de darle de comer a tu prole se vuelve mala consejera. No justifico aclaro.

Ya de salida

Ni conclusión ni corolario. Veamos que plantea sobre el tema el alcalde de Tuxtla y saque usted sus propias conclusiones. ¡Ah!, no sin dejar de advertir que lo que aquí se consigna, será menester que usted, yo y nosotros le demos puntual seguimiento. Por lo pronto amigas y amigos de la corporación solo me atrevería a aventurar; ¡albricias! Un paquete de buenas noticias….// Mejores condiciones laborales es decir, mejores salarios, prestaciones, capacitación y reconocimientos para los miembros de la coorporación. Además mayores apoyos materiales y de equipo así como más vehículos y otros implementos. Una nueva estrategia que haga que la policía sea más eficaz y cercana a la gente. Se insiste que el desarrollo profesional e individual serán prioridades para sus elementos. Por lo pronto y eso lo digo yo y se lo plantee al Comisario Lozoya, es o se hace urgente que les den uniformes porque los que portan muchos ya no se sabe si van o vienen je. Es decir, son azul marino pero con el sol, el agua y el tiempo parecen acrisolados. Y ya no se diga a las compañeritas de tránsito (ojo amigo Carlos Esquinca) que cuando hace frío sacan sus chamarras de colores varios e impermeables de los que venden afuera del Víctor Manuel Reyna; o qué, bajo los rayos del inclemente sol, ¡caray! Ni una sombrilla portan…. Así entonces parafraseando una célebre diría; «seguridad ¡divino tesoro!»…// Me queda claro. Salu2.

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