Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

La prensa se regula con la prensa

Con independencia de que el propio presidente Andrés Manuel López Obrador le adjudique la frase a Sebastián Lerdo de Tejada (1823-1889) que suele citar sobre todo en «las mañaneras», lo cierto de que «la prensa se regula con la prensa» como lo sostiene el presidente, resulta más que complejo sobre todo si atendemos a que la cita de referencia, autoría del ex presidente Lerdo de Tejada de México (1872-1876), se refiere a la época de la restauración de la república con Benito Juárez lo que nos sitúa a más de un siglo de distancia y que ahora ante el avance de la tecnología y el desarrollo de los medios a través de las redes, considero planteamiento sin ser del todo desechable, resulta verdaderamente complejo que así o sólo así pudiera suceder. Pero no es el quid del tema averiguar la intríngulis histórica de tiempos aciagos de la naciente nación mexicana que dieron origen de tal concepción, empero sí, detenernos y visualizar el cómo, desde la visión de la 4T, el presidente como estudioso y conocedor de la historia nacional, al plantearle desde dentro e incluso posturas radicales y ante acusaciones de censura por parte de sus críticos, el mandatario ha reiterado e insistido estar contra de cualquier forma de censura o medidas de acoso a la prensa, mucho menos a comunicadores en específico como le han acusado, sino que se remite, precisamente, a lo que sostenía uno de los colaboradores más cercanos del presidente Juárez incluso relatan, era en verdad uno de los más influyentes hombres en el pensamiento liberal del benemérito presidente.

Y decía que si no es totalmente aplicable, bueno no bajo los mismos preceptos y formas que acuñaron la frase, de alguna manera sí es posible que en la actualidad, insisto aún y con los avances y la velocidad de la información, que la prensa a secas se regule con la prensa libre. Me explico, más allá o además de las visibles tendencias que conviven en los medios tradicionales y de las redes sociales que resultan éstas un verdadero galimatías, sobre todo cuando un grupo importante de medios e informadores plenamente identificados con el viejo régimen consideran o al menos es mi lectura, que contribuirán a través del golpeteo en sus medios como podrán –tarde que temprano- aflojar o hasta quizás descarrilar los propósitos y proyectos de la cuarta transformación. De tal suerte así, les permitiría en una línea imaginaria de acciones de zapa mediática, recuperar en el 2024 sus privilegios y canonjías. Y no es que esté mal que en un plan ranchero de acciones mediáticas o incluso totalmente aleatorias o ni eso, quienes se sienten desplazados y añoran los años del glamour de las parejas presidenciales y los gritos de independencias con rechiflas y mentadas de madre por los habitantes de la plaza pública, por cierto sospechosamente editados los audios no se escuchan en las transmisiones televisivas «oficiales», en su desesperación decía, le tiren a todo lo que se mueva dentro del gobierno y muchos, lo he reiterado y va otra más, se les va en compartir memes o posturas tan «estópidas» emitidas por los expresidentes Calderón y Fox. Bueno ¡el colmo!, compartir y aplaudir al inefable de Fox gritar con gallo en cuello durante la celebración del 80 aniversario del PAN (digo si ya se había em-botado al averno al presentarse como aliado de Peña Nieto candidato del PRI) su «valiente» arenga de; «tenemos que darle en la madre a la cuarta transformación». Qué «pase» para estar iguales, digo.

Así, de que la prensa se regule con la prensa pues, a pesar de la dificultad que ello plantea, creo podría resultar la forma más «salomónica» como se puede abordar y contener el tema del libertinaje informativo y las fake news. La libertad de expresión, no ha sido concesión graciosa de ningún gobierno sino resultado de las luchas de hombres y mujeres libres de este país para no aceptar ni admitir rescoldo alguno de represión. Pero como dijo Galilei; y sin embargo se mueve. Y me faltaría espacio para ejemplificar pero bueno como se dice y sabe, entre gitanos no se vale leerse la mano. Pero lo que sí es fácil adivinar con tres dedos de frente, que cada quien y me refiero a la prensa formal en redes y la llamada tradicional, sostienen según su «óptica» e interés…informativo, sus respectivas (a)versiones por ejemplo; cómo, ante un tema del sector salud estatal, la diputada local Olvita Palomeque del partido de Morena, con valentía se juzgó de bote pronto ante las denuncias hechas incluso contra del propio secretario de Salud, pues más tardó en hacerse famosa que en, y ahí está el detalle, ser tundida por la misma prensa y cheque comprobará, por los mismos que horas antes le habrían prodigado un rosario de calificativos superlativos y que ahora, con la misma devoción, la desmentían coincidentemente con la misma información. Acto seguido, el silencio legislativo fue sepulcral.

Bueno un caso más reciente pero igualmente ilustrativo es el tema de la Unach, en el que una docente de nombre Rosario Chávez Moguel, inició una huelga de hambre para pedir atención a las demandas de un grupo de docentes que habrían sido corridos injustificadamente –argumenta- pidiendo su reinstalación. Y al igual que Olvita y nomás juzgue, la maestra Chávez no acababa su tercer día de huelga cuando, una caballería de periodistas y sitios distintos de información e igual manejando la misma nota nomás que revolcada, se le fueron a la yugular a doña Chávez sacándole todo su historial académico, familiar y hasta amoroso. Y no quiere decir en ninguno de los dos casos, les asista razón a unas u otros, simplemente consigno el «fenómeno» mediático. Por eso decía, eso de que la prensa se regula con la prensa está más lejos de que la corrupción se acabe. La prensa (y no volteo a ver para otro lado), no se regula con la prensa, se controla con el «chayo». Me queda claro.

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