Las benditas redes
Y así entonces, querámoslo o no, la nueva o ya no tanto forma de comunicación, muy por encima habrá que subrayarse de cualquier otra forma de informar, es y será cada vez más de modo exponencial, las benditas redes (dixit Andrés Manuel). Así y quienes venimos de la forma tradicional de información sobre todo la generada por medios impresos como diarios y revistas, hemos entendido el hecho incontrovertible sobre todo quienes ejercemos el periodismo como oficio de vida, que resistirse a su uso permanente por no decir intensivo como algunos lo hacen, sería casi como labrar el propio epitafio con la leyenda, aquí yace un luchador –sin red- social. O algo así me explico.
Pero tan irrefutable resulta lo comentado respecto al papel de las redes como medio masivo de comunicación y de información que no son lo mismo, como el que su uso indiscriminado pero sobre todo su irresponsable abuso, lejos de abonar a una sociedad mejor informada y presumiblemente más consciente, el efecto negativo causado y ejemplos hay miles sin exagerar y verificable en tiempo real, de no hacerse algo o actuar en consecuencia y de entrada desechando la idea de legislar en la materia, mi reflexión va más en sentido de la posibilidad de encontrar mecanismos de autorregulación incluso propuestos por los propios usuarios porque la tercera guerra mundial, como ya se asoma, no será por el petróleo ni siquiera por el agua, será por el mal uso y abuso de las redes. Es decir, generar, amén de un proceso educativo para los usuarios y un decálogo de conductas éticas que premien o castiguen a quienes se pasan de verrr…ás, en una suerte de que las redes se regulen con las redes, tal y como lo ha referido el presidente López Obrador cuando se le cuestionó sobre la censura y dijo que; la prensa se regula con la prensa. O algo así.
Sin restarle importancia a medios como son la radio y televisión que aún y con todo, siguen teniendo una extraordinaria penetración entre millones de mexicanos pero que incluso éstos, han tenido que migrar su programación a plataformas digitales como YouTube, Facebook y Twitter entre otras. Igual que el caso de decenas de diarios llamados nacionales, han tenido que transitar su plataforma informativa al diseño digital, aunque los más persistentes y económicamente más blindados, no han dejado de imprimirse. Bueno en el tema de los diarios escritos locales de Chiapas, igual, aunque con mayor lentitud, han ido transitando a la edición digital y hasta una especie de «televisión» han puesto en marcha, aunque pobres en contenido o peor aún, repitiendo el esquema torpe y fallido de las televisoras comerciales. Aunque eso sería lo de menos, el tema de fondo es que lo hacen bajo la misma firma, fama y credibilidad (buena o mala) ganada a pulso en su historial. De tarea.
Así entonces pese a los malos usuarios incluso perversos que inundan las redes, sigo sosteniendo y si usted prefiere coincidiendo, en la idea que defiende y pondera por sobre todas las libertades la de expresión, de escribir y decir lo que se piensa sin más limitantes o restricciones que los que establece la propia ley pero como decía ya, en el marco de una ética de uso de las redes sociales que nos permitan como sociedad, comunidad, estado y país, es más y sí mucho me apuran, nos impulsen y motiven a ser mejores ciudadanos y si es posible mejores seres humanos. De no seguir como hasta ahora, en que, de cada nota informativa o análisis de opinión compartida, dos de cada tres que se vierten o comparten resultan ser fake news, es decir viles mentiras cuando no lastimosas imprecisiones. Pero sobre todo en el tema de opinión, de plano muchos ofenden la inteligencia de sus presumibles lectores, el verter argumentos o visiones no sólo parciales sino completamente alejadas de la realidad. Pero cada quién se forja su prestigio y su credibilidad.
Ya para concluir sobre tema inconcluso por su propia naturaleza, pero sí con afanes ilustrativos, me permitiré, sin citar la fuente por obvias razones, compartir algunas frases o extractos de textos que incluso hoy, se pueden leer en las redes sociales; pero que de igual manera y para bien, aún existen medios y periodistas que dan lustre y prestigio al periodismo y reafirman su reputación y compromiso con sus lectores, pero qué, también por obvio, no citaré. Van las perlas (je):
«A la maestra no la mató el niño ni éste se suicidó por culpa de un video juego, a ellos dos los matamos todos, la propia sociedad». Caso Coahuila.
«El presidente AMLO es un mentiroso porque dijo que combatiría la corrupción y no ha metido a la cárcel a ninguno del pasado…ni a Peña ni a Calderón». Pero más adelante dice; «lo de Genaro Luna es una venganza contra Calderón y lo quiere meter a la cárcel porque es el único que lo puede vencer en el 2024». (¡Plop!)
«El Peje en sus mañaneras se dedica a fustigar a la prensa crítica y la confronta con sus huestes lo que ha provocado amenazas en las redes». Y por ahí remata; «los chairos no saben ni escribir y actúan como enajenados defendiendo a su mesías» … quién confronta y es intolerante, es pregunta no se esponjen.
Pero como para Ripley, el mismo autor que ataca con furia enfermiza al presidente Andrés Manuel pero tiene «convenio» con los gobiernos de Morena, estatal y municipal, califica la actuación del gobernador de ejemplar y enumera los logros alcanzados en los programas estatales de bienestar del gobierno federal; pero con mayor cinismo por decirlo suave, atendiendo al jugoso «chayo» pactado con el ayuntamiento lo que le permite «independencia» de opinión (je); ¡nomás bonito no le llama al magnánimo presidente! Pero bueno hasta ahí porque lo demás, ya es chisme.
Finalmente, y a modo de corolario, existe una especie rara de usuarios que ni son puro fake news, pero tampoco le entran al análisis a fondo de los temas de actualidad. Ah, pero eso sí de ésos muchos y algunas, con ingenio o de menos humor que se les agradece, se refieren a temas noticiosos o de boga y entre ocurrencias y verdades a medias o mentiras ocultas ¡rájales! sueltan cada frase lapidaria que solo se pueden comparar a una buena caricatura. En cuanto a los fieles adoradores de «memes» y videos chuscos, bueno se entiende su cortedad y claro, los hay también con sentido de crítica social y muchos de reflexión profunda y se agradecen también. Por último, están los que recurren a estos medios masivos de gran alcance y total penetración y mayormente gratuitos, para encontrarle espacios compartidos a su soledad, quizá frustración o mínimo de una necesidad enorme de ser visto. De gritarle al mundo ¡existo aquí estoy! Y claro está bien, requetebién. Así entonces, nada hoy escapa a; «¡Las benditas redes! ¡Me queda claro! Salu2