El éxodo que viene
Pues, a como están las cosas en el estado de Chiapas muy en particular, digo a decir de voces de opinión las que un día sí y con copia al otro, insisten en señalar que la entidad ante una serie de agravios a la población e igual de actos de corrupciones que también señalan, o ya de menos de innegable falta de capacidad de altos funcionarios de gobierno, no queda más que anticipar insisto ante la convulso de la entidad, no es aventurado aventurar que muchos de esos indignados que señalan una serie de desaciertos del actual gobierno, un éxodo masivo de opinadores y luchadores sociales empiece a darse ante el riesgo que corren sus haciendas, patrimonios y familia.
Me explico; sin necesidad de ponerle nombre a los agoreros del mal, bueno salvo voces que por su seriedad y contundencia en el análisis la crítica no es un elemento nuevo ni mucho menos coyuntural menos aún tiene que ver con un asunto de pesos y centavos; pero lejos de ésas contadas excepciones que se cuentas con los dedos de una mano, están decía, otras que con una gran facilidad y acostumbrados al chantaje aunque suene fuerte pero no dejan posibilidades de lecturas diferentes, cuando los mismos en su larga trayectoria o incluso moderna incursión digital en medios, este tipo de acciones «informativas» por no desgastar el precepto de periodísticas, a cada acción que realiza el gobierno como el caso del operativo policial de desalojo de estudiantes normalistas que realizaban un bloqueo en el libramiento norte poniente, del enfrentamiento evidenciado del que salieron algunos civiles lesionados así como elementos de seguridad estatal, voces se han levantado con gritos destemplados a condenar los hechos y en el trasfondo, pidiendo que los convenios con los medios se reactiven o de menos sean más generosos y en una suerte de presión sutil (ajá), ya salieron a pedir el cese de los secretarios de gobierno y la de seguridad pública estatal y ya encarrerados, algunos dejan deslizar en sus comentarios que debe ser el propio gobernador quien renuncie renunciar. Tirar arriba para ver que cae.
Así entonces y que mejor oportunidad para acercarle leña al fuego, ante eventos como el del pasado domingo a la altura de la rural Matumactzá y en la que se encontraban, se supo de manera desafortunada, algunos padres y madres de familia de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, en la refriega en la que los elementos de seguridad repelieron las agresiones de los jóvenes (estudiantes) usando gases lacrimógenos, el evento ha escalado a nivel nacional e incluso, se han reportado ya reacciones en el ámbito internacional. Pero decía, con independencia que el hecho sea recriminado socialmente, se deberán como lo han informado el propio secretario de gobierno Ismael Brito y la secretaria de seguridad estatal Gabriela Zepeda, realizar las investigaciones respectivas y en su caso, aplicar las medidas disciplinarias a que sean sujetos, insisto en caso que así se desprenda de las investigaciones.
Pero ese triste y lamentable hecho sin duda reprobable de parte de ambas partes en conflicto, según los acuciosos analistas por cierto coincidentemente los mismos que aborrecen al señor presidente López Obrador, se lanzan a la cargada contra del gobernador y su gabinete que con todo respeto, es claro el mensaje que nos hace revivir los viejos tiempos en el que la consigna que operaba y valía era; ¡si no me pagas te pego! Aunque, es cálculo personal, el tiro les puede salir por la culata. Porque ya a nadie engañan. Ya pasó el tiempo en dónde los periódicos escritos incluso la tele y la radio, eran el factor a considerar si lo que se buscaba era ponderar acciones de los personajes de gobierno o caso contrario, igual acabar, decía, con honras y haciendas. Hoy ya con las redes sociales ¡benditas!, ya se pueden desgañitar y muy pocos encontraran el plauso fácil y gráciles incluso a sus humorísticos comentarios y memes. En las redes se insiste, cada voz encuentra sus contrapesos aunque en Chiapas chéquelo y verá, muy pocos son los que de forma sistemática traen el tema de señalamientos al gobierno del estado, sin embargo no quiere decir que no los haya porque sería injusto generalizar, pero son personajes » muy» conocidos en el gremio que de toda la vida, se han caracterizado por jugarle vencidas al gobierno en turno y muchas de las veces (por no decir que siempre) se salían con la suya. Digo habida cuenta que muchos de los personajes encumbrados en el gobierno y la política, tenían mucha cola que les pisaran, ¿o no? Y no es que ahora no los haya de cola larga, lo que pasa es que ya no hay tanta paga. Dicen.
Pero finalmente volviendo al quid del comentario, para estos agoreros del mal que gimen a diario de que Chiapas se incendia, a los más les faltan argumentos sólidos y sustentables por lo que se quedan en lugares comunes y enunciativos como violencia, inseguridad, corrupción, deslealtad, represión, ineficacia, complicidad, traición y un etcétera, etcétera. Lo que he de estimar, insisto en buena lid, que en breve veremos un éxodo de comunicadores que ante la violencia física, económica como patrimonial imperante, emprenderán camino rumbo a estados con estadios mejores donde la consigna «sino me pagas te pego», aún reine para todos. Así entonces; El éxodo que viene. ¡Me queda claro!
¡Viva la Libertad de Expresión!