¡Sin violencia!
Es increíble pero igualmente condenable, que ante la desesperación de la reacción contra el gobierno de la Cuarta Transformación, la oposición y entre de ésta los grupos más conservadores, ante el avance de los proyectos de transformación del nuevo régimen y sólo menciono la redistribución del presupuesto nacional hacia los grupos sociales más bajos de desarrollo humano que suman millones en el país y que ahora de estos millones se insiste, niños, niñas y jóvenes están recibiendo becas de estudio de nivel primaria, secundaria, prepa y universidad; en tanto otros 900 mil que no estaban ni estudiando ni trabajando, ahora reciben 3 mil 500 pesos mensuales para capacitarse; ya ni señalar los más de 8 millones de adultos mayores que están recibiendo 2,550 pesos bimestrales, al tiempo que otros casi millón de niños y niñas principalmente vía pensión, están recibiendo una cantidad mensual y ¡todos!, grupos que en ningún gobierno anterior llámese neoliberal o como gusten, fueron visibilizados incluso de manera cruel se les estigmatizo llamándolos «ninis», porque decían que ni estudiaban ni trabajaban. Como si de ellos dependiera no hacerlo.
Ya el tema del combate a la corrupción que para los reaccionarios conservadores exclaman con rabia que ¡ya chole!, porque para ésos el que se haya combatido el robo de combustibles que representó para el erario nacional casi 65 mil millones de pesos anuales, ¡a ésos! les parece irrelevante. Es más el que ahora la corrupción sea delito grave y que por más de cuatro sexenios no lo fue pues, por qué ¡son chingaderas! Amén claro, de otras tantas reformas legislativas que ahora castigan la evasión de impuestos como la falsa facturación resulta, dentro de su lógica perversa, sean estos grupos de poder conformados por empresarios y funcionarios corruptos, como lo ha dicho el presidente ¡ya se les acabó el negocio! No enlistaré, por una parte, lo hecho por este gobierno que abonen a mi argumentación, como tampoco por otra, del verdadero encabronamiento que tiene a los antiguos beneficiarios de los regímenes de robo, saqueo, corrupción e impunidad, al borde de la locura. Sí esos que se frotan las manos para que a México como a los mexicanos se entiende, nos vaya mal y con ello, que caiga el presidente. De que el coyuntural Covid-19 llegue a nuestro país (ya llegó pero se cuentan los casos con los dedos de la mano) y se contagie a millones parece ser su apremio. Sin reparar, de menos, que su odio al presidente a través de sus campañas de desinformación y construcción de escenarios catastróficos traería desbasto de medicamentos e insumos por su alta demanda. Más aún y grave, un impacto en la economía al afectar la movilidad social y con ello, la producción de mercancías y al comercio exterior como problemas en el abasto nacional de alimentos; o que decir de sectores tan vitales como la producción agrícola o el turismo, del que dependen millones de trabajadores. Insisto, prefieren el caos que hasta hacen votos para que esto suceda calculando con el cu…ento ése, que yéndole mal al gobierno aunque ello implique una severa crisis económica y social e incluso muertes, con tal hacerse nuevamente del poder.
Sin ir más lejos ante lo que se llamó «lunes negro», en que el precio internacional del petróleo cayó y los efectos económicos por el coronavirus ya están afectando a varios países, las Bolsas en el mundo sobre todo en las principales economías como es la nuestra, igual resintieron importantes caídas en sus índices de cotización afectando insisto, la economía global y en caso específico de nuestro país, el peso acusó importante depreciación frente al dólar y la Bolsa Mexicana de Valores, igualmente resintió la crisis tanto petrolera como de salud mundial. En el caso específico del petróleo ante el desacuerdo entre dos potencias petroleras como Rusia y Arabia Saudita de bajar la producción para estabilizar a la alza los petroprecios propuestos por Rusia, ante la negativa e incluso contrapropuesta de los países árabes de incrementar su producción y bajar los precios del crudo, de inmediato impactó el mercado mundial del energético, afectando de manera significativa como en el caso mexicano, sus expectativas de corto plazo de producción y estimaciones de ingresos. En México, de inmediato los enemigos del régimen yacían entre sus manos un nuevo juguete para írsele encima (aunque suene repetitivo dice el presidente) a través de sus voceros y «especialistas» financieros, la inminente crisis que provocaría según sus predicciones recesión de la economía, aparejado con la pérdida de empleos y por tanto, las estimaciones del crecimiento económico no se alcanzarían. Así entonces, nuevos elementos que en sus espacios mediáticos resultaban verdadero oro molido para acabar con la 4T. afortunadamente tanto el precio del petróleo volvió a subir, como las Bolsas empezaron a mostrar recuperación. ¡Tengan para que se entretengan! (Dixit Amlo)
Los diarios nacionales como el Reforma, Universal y otros, festinaban en sus portadas precisamente el fenómeno global de la caída en el precio del petróleo como los efectos del corona-virus que ambos provocarían en nuestro país. Así se relamían los bigotes vaticinando que no habrían recursos para los programas de bienestar social y por tanto, el gobierno de Andrés Manuel, se perfilaba al fracaso en su política social enfilándose debo estimar, al desplome y caída libre de su popularidad. Insisto, sin importar que de ocurrir sus enfermizas profecías de desastre, millones de mexicanas y mexicanos los más pobres, sufrirían los efectos. Es decir y no lo esconden aclaro, que con cinismo rampante invocan el que a México le vaya mal para que al presidente le vaya peor. Aunque lamento decirles, que es al revés volteado, porque si a México le va mal, a ellos se los lleva la chingada. Pero en fin. Por ello al advertir y no es suspicacia ni paranoia presidencial como la califican, que el llamado, justo y necesario, como reza la oración, de un ¡alto a la violencia contra las mujeres!, convocado por auténticos colectivos feministas, por otra vertiente y perfectamente visibles, adversarios políticos de Andrés Manuel López Obrador (léase sin más Felipe Calderón y huestes), aparecen incrustadas digamos subrepticiamente entre las manifestantes, cosa que el propio presidente con claridad lo advierte y denuncia. Ojo no se equivoquen, señala a los oportunistas políticos cuyas trayectorias cuando detentaron el poder, jamás repararon en el grave daño que sus políticas de combate al narcotráfico, por ejemplo, dejó a miles de niños y niñas sin sus madres; a las madres sin hijas e hijos, sin marido ni hermanos ni padres. De eso ya no se acuerdan; de ellas y ellos las víctimas, no hablan los medios.
Así entonces y lo ha dicho en reiteradas ocasiones el presidente, si quieren que me vaya pues ¡me voy! Pero sin violencia. Él, insiste, llegó después de muchos años de caminar y de luchar por la vía pacífica. Sin romper un vidrio. Y no sólo eso sino que llama a sus opositores en el Congreso estar en sus manos el proponer a la reforma sobre la fecha de la revocación del mandato, misma que fue aprobada también por ellos. Para que adelantes, dice, la consulta para este fin de año o que sea a principios del otro y que quede como la aprobaron que fuera hasta el 2022. Si quieren que me vaya ¡ahí está la oportunidad y los mecanismos constitucionales para hacerse del poder! les espeta a sus adversarios. Porque ya he dicho que el pueblo pone y el pueblo quita. Para qué, se plantea, voy a aferrarme al poder si el pueblo ya no me respalda, ya no quiere que yo siga de presidente. Si así resulta en la consulta, bueno pues, me regreso a mi rancho de Palenque (La Chingada) en Chiapas. Así entonces, más valdría que la oposición y los conservas con toda su estela de voceros oficiosos, se serenaran por el bien de México. Por la fuerza nada, todo por la razón y el derecho todo, les ha insistido AMLO. Así entonces; ¡Con violencia no! ¡Me queda claro!