CEFERESO de Chiapas, pone en entredicho la seguridad nacional del país
Es inaudito y absurdo que el gobierno federal haya creado un fantasma de peligrosidad social en todo el país con la apertura de cárceles federales desde Baja California hasta Chiapas, lo que ha provocado que ahora en entidades federativas como las que se encuentran en la frontera sur, donde se incluye Chiapas, se observen personas en las calles con cara de malos amigos, se vean automóviles de diversas entidades federativas, y el ambiente se ponga cada vez más desordenado y confuso.
El traslado de reos peligrosos al CEFERESO de Chiapas, es poner en riesgo la misma «seguridad nacional» pues estamos hablando que prácticamente ya todo el país, fue convertido en un laboratorio de cárceles federales para los hombres más peligrosos de México, todo por presuntas estrategias de seguridad en función de los reos y no en función de la seguridad del país que con la cárcel de Chiapas ya no hay estados seguros.
Este fin de semana fue trasladado a Chiapas el reo Jorge Ortiz Reyes «el Tanque», famoso en la ciudad de México y que fue encarcelado por delincuencia organizada. Se trata de uno de los reos más peligrosos del país. Antes, habían llegado a Chiapas, Aureliano Guzmán Araujo, sobrino de Joaquín Guzmán «El Chapo», también se encuentra en Chiapas, Daniel Quintero Riestra «El Danny», jefe del cartel de Jalisco y así están otros más de 50 reos que tienen el sello de peligroso en México. A Chiapas lo pusieron entre la espada y la pared con su seguridad.
Es preocupante este tipo de traslados de presos federales donde el efecto «cucaracha» sencillamente ya no existe en el país, por la misma victimación de nuestro territorio nacional y encerrarlo en una geografía por igual en materia de seguridad. Completamente el país se entrampo con este tipo de argucias de peligrosos reos y que mucho se le debe al expresidente Felipe calderón y Juan Sabines Guerrero, este último fue el que pidió esta cárcel federal para Chiapas tratando de quedar bien con su jefe Presidencial en aquellos tiempos cuando se dio la noticia de que en México se construirán nuevos penales federales para distender el problema de la sobrepoblación penitenciaria.
«Ahí está Chiapas, jefe» le dijo Sabines a Calderón, y fue así como nació el CEFERESO de Chiapas que se construiría primero en Chiapa de Corzo, pero se levantó la voz allá y lo vinieron a construir a Villa Comaltitlán, en el más completo sigilo. Un sigilo que ahora pone en entredicho la seguridad nacional del país. En fin.
Un gran valor el derecho a la educación. Las clases en Chiapas deben ser respetadas
Desde el inicio de su Administración, Manuel Velasco ha impulsado la calidad de la educación como una premisa fundamental de su Gobierno, ya que como lo subrayó el Secretario General de Gobierno, Juan Carlos Gómez Aranda, es la principal herramienta para mejorar las condiciones de nuestra niñez que aspira a un mejor futuro, ya que pone el piso parejo, nos iguala como chiapanecos y permite democratizar las oportunidades.
Esto viene a colación, ya que a pesar de que la marcha del magisterio, en ocasión al Día del Maestro, se realizó de manera pacífica, Gómez Aranda hizo un llamado a los docentes para que privilegien el derecho de la niñez a recibir clases, sin que los servicios educativos se vean interrumpidos, ya que el lugar de los maestros es en las aulas y al frente de sus alumnos.
Mejorar la calidad de la educación debe ser un compromiso compartido y en él es necesaria la participación activa de los docentes, no con marchas y plantones, sino por el contrario, con propuestas innovadoras para que su labor en las aulas cumpla con el objetivo de formar agentes de cambio, pues no sólo de modernizar y ampliar la cobertura se trata, que es donde el Gobernador Manuel Velasco ha dado un fuerte impulso, sino que además los chiapanecos podamos contar también con maestros cada vez más comprometidos con su labor.
La mayor estampa en Chiapas en materia de educación es la legalidad y el respeto a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez y sus habitantes.
Urge asumir responsabilidad salud federal contra «medicamentos patitos» en frontera sur
Uno de los graves problemas en esta puerta del país, y que se ha denunciado toda la vida, es el fenómeno de la comercialización de los llamados «medicinas patitos», procedentes de Centroamérica, sin embargo ninguna autoridad de salud ni federal ni estatal, ha asumido un papel responsable ante esta problemática donde la inmensa población mexicana es asidua a comprar estos medicamentos que ha llegado el grado de que gente que los consumen se intoxican y van a parar a los hospitales o clínicas de salud. Chiapas se encuentra invadido de medicinas patitos.
Nunca se ha sabido de una campaña de salud intensa para combatir este flagelo de «piratería medicinal» que se circunscribe a la sospecha pública. Son cientos de canasteras y a veces de «minifarmacias» que se diseminan por la ciudad – y no exclusivamente Tapachula, sino ciudades como Tuxtla, Comitán y San Cristóbal de las Casas- expendiendo este tipo de productos químicos que puede arrastrar riesgos para la propia vida humana.
Las veces que se denuncian públicamente solamente se hace como protagonismo mediático por parte de las autoridades, pero nunca se dice «vamos a agarrar el toro por los cuernos» para hacer una campaña de concientización. Hay señalamientos inclusive que inspectores de salud en los rubros federal y estatal cobran prebendas para dejar circular esta venta despiadada de medicamentos que no están controlados por la Secretaria de Salud federal, pero que increíblemente se venden en México, como si fueran productos reglamentados y legales.
Reconocen las autoridades que los medicamentos no son de calidad, pero no dicen vamos actuar y a investigar qué tan legal son los medicamentos que provienen de «manufactureras de Guatemala, Honduras y hasta de Nicaragua» y son cientos de firmas extranjeras que llegan a esta frontera sur de México. Es más ni las propias farmacéuticas del país les interesa que aterricen estos productos en esta frontera mexicana, pero lo grave ¿Qué es verdaderamente lo que consumen medicinalmente los mexicanos en el sur del país?.
La sospecha entra desde que los productos Centroamericanos tienen precios muy baratos, pero como se lee en sus cajas o sus empaques que cura todo y que son vitaminas excelentes, o las mejores pomadas para curar los golpes, pues la gente simplemente los compra sin saber que está comprando riesgos de salud que exponen hasta su propia vida de los que compran y la de sus familiares.
El gobierno federal y la estatal ya deben de asumir responsabilidades para hacerle frente a un escenario que se arrastra desde hace años y que no se sabe el valor de su consumo curativo.
Es inentendible que se deje circular productos farmacéuticos de otros países en esta puerta de México, con la complicidad de funcionarios de la Secretaría de Salud federal?. ¿Dónde quedó la bolita de la corrupción y la complicidad?. Increíble pero cierto. Dixe.
