Las jóvenes dejan en claro que no es una cuestión de trata sexual y mucho menos pretenden tener un encuentro con quien decida pagar por adquirir sus fotografías
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
La crisis económica, el desempleo y la falta de oportunidades laborales han orillado a la población a realizar prácticas que comúnmente no llevaban a cabo.
En grupos de redes sociales o sitios web, jóvenes mujeres venden su pack, imágenes y videos íntimos que envían a quienes pagan el precio acordado, el cual va desde 300 hasta mil 700 pesos.
En estos espacios, las jóvenes dejan en claro que no es una cuestión de trata sexual y mucho menos pretenden tener un encuentro con quien decida pagar por adquirir sus fotografías.
«Yo vivo en Playa del Carmen, trabajaba en un conocido hotel; desde que las actividades pararon dejé de tener ingresos económicos, pero debía seguir pagando renta, comida, internet, por eso decidí incursionar en esto, aunque tengo en claro que es algo pasajero. La necesidad me obligó a realizar esto, aquí no hay de otra, aquí se vive del turismo», comentó una de las jóvenes.
Al respecto, la psicóloga Ana Palacios, coordinadora estatal de psicología de la Cruz Roja Mexicana en Chiapas, señaló que esta práctica a pesar de tener el consentimiento de quien comparte sus imágenes y no es un acto ilegal –al tener su aprobación- debería de ser tomado en cuenta por las autoridades.
«No lo hacen físicamente, pero al final de cuentas se están poniendo vulnerables en el sentido que esa foto puede tener cualquier uso», apuntó la psicóloga.
Señaló que esta decisión que han decidido tomar jóvenes –en su mayoría mujeres-, no debe ser juzgada, pues muchas, ante la falta de empleos, lo ven como una manera de obtener dinero para solventar sus gastos.