Aquí te van unos tips para comprar con sabiduría y comas de forma nutritiva
Lucero Natarén / Aquínoticias
Tener una experiencia deliciosa con pescados comienza desde la elección, pues de no hacer una compra adecuada, el momento puede convertirse en el inicio de una enfermedad o, en el mejor de los casos, una comida desabrida.
Ante este escenario, queremos compartirte algunos consejos para hacer la mejor elección de productos del mar, basados en la experiencia de Oceana, organización internacional de cuidado de los océanos:
Olor a mar (río o laguna)
El pescado refleja en su aroma el entorno donde creció. A diferencia de lo que se cree el pescado fresco no apesta, a menos que esté descomponiéndose por la acción de las bacterias.
Carne firme
La carne no debe estar dura, porque no está congelada, ni aguada. Un masaje breve o una presión en los costados del pescado bastará. Si el pescado es fresco la carne debería volver rápidamente a su posición original.
Agallas rojas
Las branquias o agallas al estar frescas son de color sangre, entre rojo y rosa intenso, no moradas, ni grises, ni negras.
Ojos esféricos y húmedos
Un pescado fresco tendrá los ojos brillantes y redondos, mientras que un pescado «viejo» tendrá los ojos hundidos en la cabeza, deshidratados.
Escamas firmes
Los pescados frescos tienen las escamas aseguradas al cuerpo, lo cual incluso haciendo presión con los dedos costará retirar algunas, mientras que en un pescado «viejo» las escamas caerán con facilidad.
Si sigues estos pasos, te aseguramos un gran experiencia alimentaria. ¡Buen provecho!