«Compro, luego existo», un libro de hace 30 años que sigue siendo muy actual

El libro de Guadalupe Loaeza sigue más vigente y sería interesante su replantamiento a partir del uso de las redes sociales en línea

Sergio Morales / Aquínoticias 

En el primer capitulo me fue difícil comprender de qué hablaba tal cual el libro, «Compro luego existo» de la escritora Guadalupe Loaeza.  Es una afirmación muy cruel y también interesante, me hizo recordar las metáforas de Platón o Rene Descartes. La escritora hace referencia hacia un periodo por lo que leí de finales de los 90, y principios del 2000 por aquello de algunos diálogos que dejan ver el año, ejemplo cuando hablan del Tratado de Libre Comercio en 1994.

El libro existen varios personajes como Sofía que es una compradora compulsiva, como muchas personas lo son, quizás la idea de ella es que mientras mas compra mas poder o mas importante será su vida.

Aunque no tiene un personaje principal es interesante, varias personas que pertenecen a una clase social, es interesante ver ´como las clasifican. Hay conflictos con la apariencia y sentimientos, nos logra envolver muy bien.

Como efectos positivos hay una forma inteligente de relacionar a los personajes en un mismo circulo social, lo otro que fue muy bueno fue la investigación para hacer el dialogo y la narrativa, a pesar que son personajes ficticios es muy muy fácil atribuirle a los demás algunas características propias.

Otro punto del libro es que hay marcas, pues hay párrafos en los que describe toda una marca o varias, no es tan antiguo la comparativa del libro, pues hay muchas cosas que aun siguen como las tendencias, modas y estereotipos.

Durante la lectura vemos características de una sociedad mexicana muy marcada por el interés monetario, lejos de la gran mayoría de la población que es clase media baja, me hizo recordar algunos relatos de enseñanza de cómo no gastar. La autora hace del libro una pieza de reflexión en cada instante, ejemplo en la pagina 105. Suscribo: «-sabes por qué Ana Paula nunca compra tequila? Porque no es de importación comentaba Alejandra con voz quedita».-

Las páginas retratan las vidas de una sociedad que pareciera lejos de existir, pero no, al contrario marca personalmente actitudes, formas de ver y analizar sobre algo tan común pero tan peligroso, la forma en la cual compramos, consumimos, adquirimos, el dinero, el ahorro, los hábitos negativos del consumismo.

En términos rebuscados podríamos llamarle la burguesía moderna, como recordé la película de Luis Buñuel, el discreto secreto de la burguesía, hasta más actuales como tragicomedias mexicanas «nosotros los pobres».

Si hay tres tipos de rasgos o características de personalidad marcados por Guadalupe Loaeza en el libro, la compradora compulsiva, la trepadora social, la que tiene conflictos de apariencia y sentimientos, la forma en la cual estas desarrollan su estilo de vida.

Me hizo reflexionar cuan peligroso es tener y ser parte de una sociedad vacía, como pensando en las ultimas tres décadas para percatarse de que todo lo descrito aquí forma parte la de vida de la realidad nacional pues.

Los hombres y mujeres que personifica la autora, preponderan el dinero antes que el sentir o el sentir pensar decían unos filósofos. El retrato definitivo con toda la voracidad relatada deja pensar ¿cuál es el límite de una sociedad sin escrúpulos? Inclusive ahora si pensamos cómo es una sociedad para con su propio círculo más cercano, pienso en cómo entendernos como mexicanos, se me vienen a la mente algunos temas como: la corrupción, la impunidad, la violencia de la cual es tan pero tan compleja entender algunos orígenes, a veces solo replicamos algunas actitudes por moda o para encajar en una sociedad llena de máscaras, doble moral y estereotipos.

El capitulo que más me llamo la atención fue «un week en Nueva York» o un descanso en NY, debido a la parte que tiene la frase: todo lo que se puede comprar tiene un precio y todo lo que tiene un precio puede comprarse, ¿cómo no amar el dinero? Sería como no amar nada ya que el dinero lleva todo.

Esta sencilla frase que viene es muy fuerte, porque hace énfasis en el poder indiscutiblemente relacionado con el dinero, es decir con ejemplos, la vida, la sonrisa, la salud, la muerte, el amor, la paz, ¿ Todo se puede arreglar con dinero? Obvio no, solo hago memoria cuando por ejemplo en México han pasado tantos casos de corrupción o asesinatos de algún tema político social por dinero.

La forma de leer el libro fue algo complicada, no por el tema si no porque retrata una sociedad mexicana a 30 años atrás aproximadamente. Existe también una parte del libro en la que dentro del capitulo en Nueva York, se afirma: «cada vez estoy más convencida que para viajar hay que saber muchas cosas», esta frase es tendenciosa y malintencionada, es cierto que para viajar hay que saber lo técnico, pero la idea se refiere a actitudes de privilegiados y o de una clase social adinerada.

Los buenos modales a los que se refiere me deja en duda el nivel alto de clasismo que existe aún en nuestra sociedad, inclusive por ser moreno, tener cabello más común, no tener mucho dinero es cuestión de discriminación, miles de casos hay en México, puesto que la discriminación es la raíz de la sociedad, desde la historia vemos que cuando gobernó incluso Porfirio DIaz aspiraba más a una república afrancesada, a costa de cientos de pobres, grandes proyectos con gran desigualdad social,  son cuestiones que pensé al leer este libro.

La característica en Sofía cuando relatan que admiraba a Frida Kahlo es un retrato de que somos muy envidiosos, nos vemos llenos de complejos también, por que sentimos que somos el centro del universo, teniendo un poco de dinero y hasta inventamos historias para quedar bien, fue lo que percibí en ese párrafo, considero que es una pauta de mucha claridad para entendernos como sociedad.

Justo me hizo recordar algunas reflexiones sobre algunos personajes históricos y su origen o formación social, antes por lo menos cuando se publicó el libro no existían las redes sociales que bien podría ser el «Facebook luego existo», cuántas veces no hemos visto a gente publicar lujos, fiestas, coches, Apple,  vinos, viajes a Estados Unidos con el afán de solo apantallar o dejar ver el ingreso, ¿Cuántas vidas en realidad son mentiras? La misma analogía del libro podría aplicarse hoy con el internet.

La parte imprescindible es creo entender que el dinero crea monstruos y genera una sociedad llena de falsos perfiles, cuando leí me sorprendió algunas actitudes que por mínima que parezcan pueden ir cambiando nuestros hábitos y degenerando, por ejemplo el poner principalmente al dinero como sustituto de la felicidad, o optar por ropa de marca para darnos confianza, no quiero decir que comprar de marca sea malo si no que imponer la moda como estilo de vida y la vanguardia en lo caro.

La isla de las flores es una película que vi hace varios años y que trata precisamente de esto, el poder del dinero y que relación tiene el poder adquisitivo con un basurero en una isla de Brasil? https://www.youtube.com/watch?v=TIeU7_yqrpc

Seguramente es un gran ejemplo audiovisual como el libro para entender un poquito más que somos, hacia donde construimos una sociedad que anhelamos.

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