La presidenta confía en llegar a un acuerdo con Estados Unidos, pero advierte que la soberanía de México no está en juego ni se pondrá en la mesa.
Aquínoticias Staff
México no se dobla. Esa fue la postura clara y sin rodeos de la presidenta Claudia Sheinbaum, luego de que Donald Trump —sí, otra vez Trump— anunciara su intención de imponer aranceles del 30% a todos los países del mundo. Lejos de caer en alarmismo, la mandataria mexicana pidió cabeza fría… pero con la dignidad bien puesta.
Desde Vícam Switch, donde inauguró un hospital comunitario, Sheinbaum mandó el mensaje: se está trabajando para alcanzar un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos antes del 1º de agosto, fecha en que entrarían en vigor los posibles aranceles. Y sí, hay optimismo en que se logrará. Pero también hay líneas que no se cruzan.
“No se negocia nunca la soberanía de nuestro país”, afirmó, contundente. Y añadió algo más: el pueblo de México —resistente, valiente, triunfador— no se rinde ante presiones externas. Y menos si vienen envueltas en amenazas económicas.
Recordó que ya se instaló una mesa de trabajo permanente entre ambos países. El pasado 11 de julio, una delegación mexicana se reunió en Washington con el Departamento de Estado, el Consejo de Seguridad Nacional y otras oficinas clave. Participaron las Secretarías de Economía, Relaciones Exteriores, Hacienda, Energía y Seguridad Pública.
Para Sheinbaum, la prioridad es clara: defender los intereses de México sin caer en provocaciones, con visión de Estado, pero sin renunciar a lo que define a una nación. “Sabemos qué podemos trabajar con el gobierno de Estados Unidos y tenemos claro qué no”, dijo. Y ese “qué no” es lo más importante: la dignidad no se negocia.
¿Es posible un acuerdo sin ceder? Tú, ¿qué opinas?