Con incertidumbre, asi esperan 2017 los mexicanos

A unos días de concluir 2016, el panorama económico sombrío ha hecho que incluso quienes tienen la fortuna de contar con un empleo se pregunten ¿qué depara el siguiente año?

Eduardo Grajales

[dropcap]A[/dropcap] unos días de concluir 2016 e iniciar 2017, la situación económica del país es vista con recelo e incertidumbre por muchos mexicanos.
La población que tiene la fortuna de contar con un empleo y gozar de un salario quincenal se pregunta constantemente: ¿Cómo van a estar las cosas para el próximo año?
Su duda es lógica, pues se espera para entonces un escenario económico negativo, según han calculado especialistas en la materia.
De inicio, la llegada de Trump como presidente y con ello la posibilidad de que materialice sus amenazas (expulsión y retorno de miles de migrantes, construcción de un muro fronterizo a nuestra costilla y renegociación del Tratado de Libre Comercio).
Aunado a lo anterior una volatilidad cambiaria de 22 a 25 pesos por dólar, la aplicación de un arancel de 35% a exportaciones mexicanas y la reducción de un 10% de las remesas que llegan a nuestro país de los Estados Unidos.
Y si a ello le sumamos factores internos como la salida de Cartens del Banco de México (BM) y la tremenda corrupción que ha sumido en crisis sociales a estados enteros y en el descrédito a sus gobernantes, la situación se torna más complicada.
El Índice de Confianza del Consumidor de INEGI y del BM que mide el grado de optimismo de los consumidores sobre el estado de la economía y su situación financiera personal, así lo manifiesta.
Este indicador, que toma como referencia cualquier resultado inferior al 100 como «percepción desfavorable» y cualquier resultado superior como «percepción favorable», reportan que noviembre de 2016 fue el mes que el índice descendió a su cifra más baja (84.4 puntos) en los últimos tres años.
En enero 2014 su piso fue de 84.5 pero su tendencia fue en ascenso, logrando cerrar ese año con 93.6 puntos. A inicios de 2015, disminuyó a 90.3 pero en junio alcanzo su tope (94.7) logrando cerrar diciembre con 93 puntos.
Pero este 2016 su comportamiento fue siempre a la baja. Inició enero con 92.5 puntos que cayeron consecutivamente a 85 en octubre, y a 84.4 en noviembre; por lo que no se extrañaría un descenso al concluir este mes en curso.
Por lo anterior es de esperarse que en 2017 la economía mexicana sufra una contracción que se traduzca en disminución de inversiones, baja en producción de bienes y servicios y del otorgamiento de créditos de vivienda y bancarios, lo que repercutirá indudablemente en la generación de empleo.
En ese contexto y en aras de brindar al menos un poco de garantías a la población económicamente activa, que aminoren sus ánimos de preocupación y de desesperanza, sería conveniente saber que estrategias están pensando nuestros representantes gubernamentales.
Pero todo parece indicar que en medio de la tempestad estos se encuentran más ocupados en romper piñatas y hacer retos de maniquís y guacamole, mientras que en el colectivo social incrementa una molestia y coraje que sin duda se reflejarán en los próximos procesos

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