México es sede por tercera ocasión de la Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe (ALC), el foro intergubernamental de Naciones Unidas sobre los derechos de las mujeres y la igualdad de género en la región. Participan los Estados miembros de la CEPAL, organismos internacionales, legisladoras y la academia. Las ONGs feministas se han quejado por haber sido excluidas.
La Cumbre tiene lugar en medio de dos grandes conmemoraciones. El 19 de junio se cumplieron 50 años de la Primera Conferencia Mundial sobre la Mujer de la ONU que congregó en México a delegaciones de cien países, así como las tres décadas de la cuarta (y última) Conferencia Mundial que tuvo lugar en Beijing en septiembre de 1995 que fue un punto de inflexión para lograr la igualdad de género, el empoderamiento de niñas y mujeres y el respeto de sus derechos humanos.
Teniendo como marco el impulso de la sociedad del cuidado, la Conferencia reúne a mil mujeres del hemisferio que intercambiarán propuestas y debatirán en tres foros simultáneos. La víspera tuvo lugar el Foro Parlamentario que convocó a congresistas de la región para abordar los avances y retos de la agenda de género.
Nuestro país tiene progresos sustanciales en derechos políticos y en el marco normativo dirigido a combatir las violencias contra las mujeres, sin embargo, el camino por andar aún es largo y está plagado de resistencias asociadas a una lógica patriarcal arraigada en las instituciones. Incrementar la participación de la fuerza laboral, cerrar la brecha salarial y mejorar los servicios educativos y de salud para niñas y mujeres son solo algunos de los temas por resolver.
Este encuentro pone la mirada y la discusión en torno a los cuidados. Bajo esa guía hoy se presenta el informe La sociedad del cuidado: gobernanza, economía política y diálogo social para una transformación con igualdad de género que recoge aportes de un centenar de expertas que en 170 páginas perfila y define la relevancia que tiene para la igualdad sustantiva la adopción de un sistema integral de cuidados.
En el documento se sostiene que ALC lidera el posicionamiento del cuidado como un derecho humano, un bien público y un pilar del desarrollo sostenible. Se tiene claro el “qué”, lo que se busca es “cómo” lograrlo. Llama a dialogar sobre las capacidades técnicas de las instituciones encargadas de ello, así como el financiamiento suficiente y sostenible de las políticas y sistemas de cuidados.
El texto ofrece un diagnóstico integral sobre la situación de pobreza femenina en la región, los cambios demográficos, el escaso reconocimiento social al trabajo no remunerado y la importancia de que los Estados generen y difundan estadísticas oportunas sobre el uso del tiempo para desarrollar políticas públicas en la materia.
Reconoce que ningún país de la región ha alcanzado la igualdad sustantiva pues todavía persisten brechas en las desigualdades de género; para ello se propone superar la división sexual del trabajo y transitar hacia una justa organización social de los cuidados.
Celebro la realización de la Conferencia Regional y hago votos para que los compromisos adoptados favorezcan los esfuerzos gubernamentales y de la ciudadanía para alcanzar la igualdad en la ley, el empoderamiento y la autonomía económica de las mujeres y tener las herramientas para que la política y el sistema de cuidados sea una realidad.