Conflictos en Los Altos auguran un nuevo Acteal

La tensión aumenta entre los municipios de Chalchihuitán y Chenalhó; la gente se ve obligada a huir; hay pobladores viviendo en el monte

Portavoz Staff

[dropcap]E[/dropcap]l conflicto territorial que existe y se desarrolla actualmente en la zona Altos de Chiapas, en particular en los municipios de Chenalhó y Chalchihuitán, se recrudece con el paso de las horas, lo cual ha provocado el aumento del número de personas desplazadas por el miedo a que se desate una matanza de dimensiones similares a la ocurrida hace 20 años, en Acteal.
De acuerdo con un reporte de la periodista Ángeles Mariscal, publicado en el portal de Aristegui Noticias, hasta la fecha se habla de un aproximado de 5 mil personas desplazadas forzosamente por el temor, ya que, aseguran, existen grupos armados amedrentando a los pobladores en Chalchihuitán.
En Portavoz, el día de ayer se informó acerca de la problemática que ha provocado escases de alimentos, pues los negocios permanecen cerrados ante el miedo de los propietarios a que se manifiesten hechos violentos en esos sitios.
En la nota de Aristegui Noticias también se muestra un video con los testimonios de personas afectadas, quienes se han ido a refugiar en la espesura del monte. De hecho, las imágenes muestran a una mujer que relata su experiencia; lo hace llorando porque los grupos armados quemaron su casa, sus parcelas y prácticamente todas sus pertenencias.
Esa mujer asegura que con ella viven ocho familias, mismas que duermen a la intemperie, con techos improvisados de maleza y colchas como falsas paredes. Algunos han salido de ahí en busca de leña con la que puedan hacer fuego y cocinar sus alimentos.
Ahí, en medio de matorrales, están viviendo hombres, mujeres, niños, niñas. Todos directamente afectados por un conflicto que nació hace 45 años por una repartición de tierras promovida por la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Agrario.
Muchos habitantes de estas comunidades tzotziles que se han visto obligadas a salir de sus hogares a protegerse de la violencia de los grupos armados, presuntamente pertenecientes a Chenalhó, se han quedado sin casa, sin patrimonio.
Otra parte del problema es la poca o nula solución que ha dado el gobierno y la escasa voluntad de poner fin a esta situación, a la cual, se podría considerar una «crisis humanitaria». Ante este panorama, Ángeles Mariscal asegura que las autoridades sólo ofrecieron poner vigilancia policial en la zona, a lo cual los habitantes se negaron pues afirman que no confían en esas corporaciones.
Esta historia ha tenido varios capítulos que han provocado el recrudecimiento del conflicto. La más reciente fue el asesinato de un ciudadano de Chalchihuitán, que se presume fue a manos de los grupos armados de Chenalhó. En mayo de este año, ocurrió un homicidio similar.
Ahora, hay 994 familias que han decidido irse de su casa; han tenido que abandonar todo para proteger sus vidas y las de sus familiares.
Otro de esos capítulos ocurrió en 2015, cuando se efectuó un proceso electoral en todo el estado, que hasta ahora sigue siendo juzgado por los resultados en varios municipios; uno de ellos fue Chenalhó, en donde Rosa Pérez obtuvo el triunfo y el cargo de presidenta municipal, pero no fue bienvenida en algunos sectores que, aseguran, la funcionaria tiene vínculos con los grupos armados desestabilizadores de la zona.
Además, existe inoperancia e indiferencia mostrada por los altos mandos del gobierno del estado; ninguno de ellos ha podido poner un alto al problema; por el contrario, parece que la situación entre Chalchihuitán y Chenalhó es una bomba de tiempo, la cual, antes de su estallido más fuertes, ya ha causado serios problemas a muchas personas.

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