Consulta popular: ¿en que consiste? y ¿cmo aprovecharla?

Mediante este mecanismo de participación ciudadana, la población puede incidir de manera directa en las decisiones públicas sobre temas de trascendencia nacional, porque permite que ejerzan el voto directo

Julieth Rodríguez/Portavoz

[dropcap]D[/dropcap]esde hace 193 años, los chiapanecos somos ciudadanos de México y por tanto, parte de una democracia, una forma de gobierno donde el pueblo elige a sus representantes así que es elemental la participación ciudadana; de hecho, sin ésta no seríamos ahora mexicanos pues la anexión de Chiapas a este país fue posible por una consulta ciudadana, mecanismo que ha demostrado su efectividad pero al que muy pocos recurren.
En México, a raíz de la reforma política de 2014, en la legislación se contempla esta figura de la democracia denominada «consulta popular»; con ella, las personas pueden ejercer su ciudadanía de forma más plena pero requiere de la participación. Ejercer ciudadanía quiere decir que cada individuo lleve a la práctica los deberes y derechos que tiene como parte de una comunidad, un grupo o un país.
En «¿Qué onda con México? Manual para entender el funcionamiento del gobierno mexicano y no morir en el intento», se explica que en las democracias participativas, como México, los ciudadanos se acercan a sus gobernantes para comunicar sus inquietudes a fin que con base en sus opiniones, tomen decisiones.
La participación no sólo se limita a la intervención de los ciudadanos que ejercen su voto en las elecciones, sino que deben estar informados acerca de las decisiones que toman quienes los gobiernan, pedirles cuentas; deben conocer sus instituciones y saber cómo funcionan; expresar sus opiniones, defender sus derechos e intereses, así como los de la comunidad.
Por medio de la consulta popular —comentan los autores Maira Colín y Xiuh Tenorio—, los ciudadanos pueden incidir de manera directa en las decisiones públicas sobre temas de trascendencia nacional, porque permite que los mexicanos ejerzan el voto directo al respecto.
Se explica además que la consulta popular puede ser solicitada por el presidente de la República; el 33 por ciento de cualquiera de las cámaras del Congreso de la Unión (es decir, 42 senadores; o 165 diputados); o un conjunto de ciudadanos que sumen el 2 por ciento de la lista nominal de electores. En el listado nominal, al corte del 17 de febrero pasado, se contabilizaban 84 millones 744 mil 212 personas; el 2 por ciento serían 169 mil electores, aproximadamente.
Los especialistas refieren además que «los resultados de estas consultas son vinculantes», es decir, las autoridades están obligadas a acatarlas, siempre y cuando en la consulta participe al menos el 40 por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores. En cifras actuales, se habla de al menos 3 millones 360 mil personas.

Los grupos

La participación de los electores puede efectuarse mediante grupos que proyecten sus inquietudes en el debate público; o al involucrarse de forma activa en los temas de interés. Estos grupos pueden ser las organizaciones de la sociedad civil, o asociaciones civiles. Por lo general, autónomas, independientes del gobierno, aunque pueden recibir donaciones de éste. Su principal característica es que deben ser no lucrativos porque no buscan mayor remuneración económica que la que necesitan para subsistir y conseguir sus objetivos.
«La participación de la sociedad civil organizada en los asuntos públicos permite cubrir aspectos donde el gobierno no siempre tiene alcance, así como dar voz a grupos marginados» para la obtención de mejores resultados al combinar esfuerzos y estrategias tanto de los sectores público y civil, ya que si bien son autónomos pueden colaborar con las instituciones gubernamentales por una causa en común.
Por medio de éstas, los ciudadanos se involucran en los temas de interés público como la liberación del precio de las gasolinas, la incursión de proyectos transnacionales en el comercio mexicano, la concesión de territorios y reformas a la legislación. Así, las personas en las organizaciones se vuelven miembros activos o son pasivos, como los donadores.

Actividades

Al formar parte de una organización, las personas obtienen resultados que difícilmente lograrían de forma individual, ya que cuentan con recursos, una estructura y sobre todo, con la experiencia de otros participantes.
Para tener acceso a los apoyos que brinda el gobierno, este tipo de organismos deben estar inscritos en el Registro Federal de las Organizaciones de la Sociedad Civil y desempeñar algunas actividades.
De acuerdo con «¿Qué onda México?», entre éstas destacan labores de cooperación, promoción, aportación, fomento, participación, apoyo o asistencia en diferentes ámbitos como los derechos humanos, aprovechamiento de recursos naturales, protección del ambiente, alimentación; para el desarrollo de los pueblos y comunidades indígenas; el desarrollo sustentable, el deporte, atención de la salud y cuestiones sanitarias; de educación, cultural, artístico, científico, jurídico y tecnológico; de participación ciudadana, equidad de género; para mejorar la economía popular; de protección civil; o para grupos sociales con capacidades diferentes.
Asimismo, los expertos evidencian una deficiencia en el ámbito al admitir el poco involucramiento de la sociedad: «Pese que en la actualidad hay diversas organizaciones civiles encargadas de todos esos tópicos, el nivel de participación ciudadana aún es muy bajo en todo el país. Aunado a esto, según datos de la Encuesta Nacional sobre Filantropía y Sociedad Civil del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el 74 por ciento de los encuestados tienen poca o nula confianza en las asociaciones; y el 79 por ciento prefiere dar su apoyo a una persona necesitada antes que a una institución».

Chiapas

Los chiapanecos cuentan con la Comisión Permanente de Participación de Ciudadana instaurada en el Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana. Tanto en la Constitución estatal como en el Código de Elecciones y Participación Ciudadana se especifican sus atribuciones.
Entre esas destacan las de vigilar los procedimientos de preparación, organización y desarrollo de mecanismos e instrumentos como la consulta ciudadana — que ya se mencionó—, así como el plebiscito, el referendo, la iniciativa popular, la audiencia pública y la consulta popular. Cada una de ellas, son formas en que los ciudadanos organizados pueden participar de manera activa en la democracia, para dirigir el destino no sólo de Chiapas, sino de la sociedad mexicana.
En esta entidad, próximamente se llevará a cabo uno de estos ejercicios de participación ciudadana en la figura del plebiscito, donde se consultará a la ciudadanía con respecto al uso Palacio Municipal de San Cristóbal de Las Casas.
Juan Salvador Camacho Velasco, de los principales promotores de este ejercicio ciudadano, comentó que se busca la resolución de la controversia existente en torno al manejo, administración y propiedad del inmueble, por lo que con el plebiscito la propia población decidirá el rumbo de este edificio histórico.
El gobierno del estado turnó la documentación correspondiente de las 9 mil 200 personas que firmaron la petición ante el IEPC, para que realice el cotejo de los nombres, firmas y claves de elector, y posteriormente se lleve a cabo el ejercicio de participación ciudadana.

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