Continuar huelga podria costarles la vida a enfermeras

El hecho de no ingerir alimentos y estar bajo temperaturas de 40 grados, en promedio, conduce al organismo a un estado de «autoconsumo» que podría ocasionar la muerte

Elizabeth Marina / Portavoz

[dropcap]Y[/dropcap]a han pasado 23 días desde que un grupo de enfermeras decidió instalarse a las afueras del Hospital «Doctor Rafael Pascasio Gamboa» para iniciar una huelga de hambre para exigir al gobierno del estado que atienda las demandas del sector salud.
Estas mujeres mantienen una forma de protesta que si bien no violenta la integridad de terceros, es considerada una de las más extremas por los daños irreversibles que ocasiona al organismo.
El hecho de no ingerir alimentos y estar bajo temperaturas de 40 grados en promedio conduce a un estado de «autoconsumo» del organismo que podría ocasionarles la muerte.
Según especialistas en medicina interna y nutrición clínica una persona puede estar sin alimentos un promedio de 60 días; mucho depende del estado de salud con el que el individuo haya iniciado la huelga y su índice corporal aunque, en cualquiera de los casos, pasando este periodo ya se considera un riesgo para la supervivencia de cualquier ser humano.
Asimismo, tras varios días de no recibir los nutrientes necesarios, el organismo inicia un proceso destructivo, activa mecanismos de defensa de ahorro y consumo de las energías en reserva (glucosa alojada en el hígado y músculos), lo que disminuye en gran cantidad las funciones de cada órgano.
De acuerdo con especialistas, el cuerpo humano empieza a reaccionar tras las primeras 48 horas sin consumo de alimentos, durante ese lapso, los órganos vitales se atrofian, afectando incluso, el funcionamiento del cerebro.
Durante la tercera semana, el cuerpo entra en estado de inanición, es decir, al no existir células de grasa el cuerpo comienza a consumir las células musculares y los órganos vitales; lo que ocasiona debilidad, dificultad para pararse, mareos, pérdida de coordinación, bajo ritmo cardíaco y escalofríos en la persona, el deterioro de los riñones puede desencadenar, luego de la segunda semana, deficiencia renal que tendría que ser tratada de emergencia con un trasplante o la aplicación de diálisis para prolongar la vida de la persona.

Salud crítica de las enfermeras

A pocos días de cumplirse un mes del inicio de la huelga de hambre, las enfermeras ya presentan desnutrición, descomposición fisiológica y desregulación de electrolitos y líquidos.
Es evidente que el estado de salud de las involucradas se agrava con el paso de las horas, el pasado lunes 22 de mayo una segunda enfermera tuvo que ser hospitalizada de gravedad luego que su estado de salud se complicara debido a las altas temperaturas que se han registrado en la capital.
Gabriela Mayanin López, fue la primera en tener que ser intervenida de emergencia tras presentar un cuadro severo de deshidratación, hipertensión, taquicardia, náuseas e incapacidad para mantenerse de pie, luego de ser dada de alta tomó la decisión de continuar en el movimiento junto a sus compañeras.
La lucha que estas mujeres mantienen no se resume en pérdida de peso y cambios físicos, los daños permanentes en el organismo, tras más de 20 días de huelga, se traducen en el daño a los músculos respiratorios; a estas alturas la caja torácica ya está debilitada y la respiración comienza a dificultarse, la masa miocardíaca ha disminuido y a su vez ha afectado la función de bombeo del corazón.
Para las seis enfermeras que se mantienen en huelga de hambre el proceso de autodestrucción ya ha iniciado, según explican especialistas, las funciones de sus órganos se han debilitado y de frenar hoy mismo el ayuno, el proceso de recuperación será largo y complicado, sin tomar en cuenta los posibles problemas renales, cardiacos o cerebrales que puedan desarrollar a corto plazo.
Luego de que María Cielo Gramajo Cundapí fuera ingresada a terapia intensiva este lunes, se mantienen aún en huelga Nelly Ivonne Castillo, Emma Escobar López, Rosa Eloyda Pérez Lázaro, Claudia Lizeth Martínez Camacho, Verónica Zenteno Pérez y Gabriela Mayanin López Cruz, quien fue internada la semana pasada y se reintegró luego de haber sido dada de alta.

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