Son parte del entorno virtual, útiles para las empresas, pero potencialmente peligrosas si la información recabada cae en manos equivocadas. Aprende más aquí
Lucero Natarén / Aquínoticias
Las llamadas «cookies» son archivos de poco tamaño enviados a los dispositivos por las páginas web cuando se navega por internet. Estas se almacenan en el navegador y obtienen información sobre el usuario con fines publicitarios, -razón por la que el usuario se ve invadido con anuncios sobre los artículos que buscó en un sitio comercial-, es decir, existe un propósito, sin embargo, también puede haber consecuencias negativas, advierte la Policía Cibernética estatal.
Si bien la información que recopilan las cookies puede ser inofensiva como el nombre del navegador que se utiliza o el tipo de sistema operativo del dispositivo, hay información delicada que puede ser utilizada para algún otro fin, por ejemplo, la dirección IP (ubicación geográfica), número de teléfono, dirección domiciliaria, direcciones de email, contraseñas de email y hasta las páginas que se visitan.
Pese a estas desventajas, junto a la caché o imágenes y contenido audiovisual necesarios para la visualización casi instantánea de las páginas web, las cookies ayudan a que los sitios se carguen más rápido, permitiendo la navegación más veloz y fácil. Sin embargo, si a pesar de lo dicho con anterioridad se decide por la seguridad cibernética, las autoridades sugieren eliminar la caché y las cookies de vez en cuando para mantener a salvo la privacidad.
Además, esto ayudará a evitar el abuso de la información y datos personales del usuario que hayan sido obtenidos sin consentimiento y, como plus, el navegador trabajará de manera más óptima.
Cabe destacar que al borrar las cookies y la caché es posible que los sitios web carguen más lento al principio y tenga que volver a ingresar el usuario y contraseñas para sitios donde se necesite el «logueo» o ingreso con credenciales, por lo que es bueno tener esta información a la mano antes de eliminar los datos del navegador.