La Auditoría del Estado y la Secretaría Anticorrupción acordaron fortalecer la fiscalización en Chiapas con acciones conjuntas que garanticen legalidad, transparencia y control institucional efectivo
AquíNoticias Staff
En Chiapas, la fiscalización dejó de ser un trámite de escritorio para convertirse en una herramienta política de peso. Y esta semana quedó claro que el nuevo tiempo en la administración pública exige algo más que buenas intenciones: exige coordinación, vigilancia mutua y, sobre todo, voluntad para rendir cuentas.
La Auditoría Superior del Estado y la Secretaría Anticorrupción y Buen Gobierno sostuvieron una reunión clave para fortalecer la fiscalización en Chiapas. No fue solo un acto protocolario: fue una señal política. El auditor José Antonio Aguilar Meza y la secretaria Ana Laura Romero Basurto se sentaron a delinear una ruta común. ¿El objetivo? Amarrar mejor los mecanismos de control y prevención. Evaluar sin simulaciones. Y blindar el ejercicio público desde el principio: el diseño, no solo el castigo.
Este tipo de encuentros abonan a una nueva narrativa institucional donde la transparencia no es castigo, sino método. Donde el control interno no es obstáculo, sino garantía. Y donde el combate a la corrupción empieza por los propios órganos encargados de fiscalizar.