En 2021, en Tuxtla Chico se destruyó el montículo número 46 de la zona arqueológica de Izapa, que corresponde a la cultura mixe-zoque
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Zonas arqueológicas o edificaciones prehispánicas han sido impactadas de manera negativa, debido al desconocimiento de la población, quien realiza nuevas edificaciones sin los protocolos necesarios.
Un hecho se registró en abril de 2021, ya que debido a la construcción de un fraccionamiento en el municipio de Tuxtla Chico se destruyó el montículo número 46 de la zona arqueológica de Izapa, que empezó su desarrollo en el siglo XV antes de Cristo y que corresponde a la cultura mixe-zoque.
La zona arqueóloga ubicada frente al volcán Tacaná, en el municipio de Tuxtla Chico, fue destruida con maquinaria pesada con la intención de lotear un predio ubicado en la zona arqueológica para construir un fraccionamiento.
Ante ello, Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) denunció los hechos ante la Fiscalía General de la República (FGR). El montículo número 46 fue demolido en su parte central y, en consecuencia, quedó material regado por varios metros.
«Nuestro país es rico en arqueología, hasta el momento se han registrado cerca de 50 mil sitios, pero la estimación es de un cuarto de millón», dijo Miguel Guevara, arqueólogo y docente de la Unicach.
Arqueólogos exponen que, este fenómeno es más frecuente de lo que parece, por ello, sugieren a constructores y población en general reportar ante el INAH en caso de hallar restos de cualquier tipo.
«Todo el centro histórico y las orillas de Chiapa de Corzo son una zona urbana prehispánica, seguramente si alguien realiza trabajos de excavación, encuentra restos, deben de hacerlo de conocimiento del Instituto Nacional de Antropología e Historia, esto no implica que a la persona le van a quitar su casa, pero debe quedar en constancia de las autoridades y éstas decidir lo que harán y es que legalmente lo que está abajo del subsuelo es de la nación», expuso el arqueólogo Miguel Guevara.