Crnica parlamentaria / Rodrigo Ramn Aquino

No hay mejor forma de comenzar este relato sino platicando del que ya no está. Simón Valanci fue el encargado de dar el discurso de instalación e inicio de los trabajos de la LXVI Legislatura de Chiapas apenas el pasado 1 de octubre. En esa ocasión, parco, dijo, entre otras cosas, que su partido, el PRI, iba a trabajar de manera cercana a la gente, atendiendo cada una de las demandas e insistiendo en la creación de empleos, la construcción de salarios dignos y el trabajo por el pleno respeto de los derechos humanos. Si lo piensa bien, menos fue honesto, pues dijo que su partido, no él.
Así lo demostró en la segunda sesión ordinaria: faltó. Y en esta tercera sesión mandó, porque no llegó otra vez, solicitud de licencia para separarse del cargo de diputado plurinominal propietario hasta por un periodo de 69 días. En circunstancias normales, la solicitud habría tenido una primera lectura y luego habría sido turnada a la comisión correspondiente (si ya hubiese comisiones, claro), pero no en esta ocasión en que el presidente de la Mesa Directiva, Eduardo Ramírez Aguilar, sometió a votación el tema para ser considerado de urgente y obvia resolución.
Este jueves los trabajos del Pleno Legislativo dieron inicio en punto de las 13 horas con ocho minutos, de acuerdo al reloj digital empotrado en la pared principal del recinto y al que pareciera nadie hacer caso (ni siquiera los propios reporteros de la fuente que preguntan vía WhatsApp si ya inició la sesión, producto claro de una profunda tradición legislativa de impuntualidad). Con 35 legisladores presentes se declaró quorum y tras los pormenores leídos por el secretario de la Mesa Directiva, Miguel Prado, se abrió el sistema electrónico para realizar la votación económica y decidir si el asunto de la licencia se resolvía de una vez o no: la mayoría dijo que sí.
Esta presteza obligó a la oposición a pedir la palabra, y en voz de la joven diputada del Movimiento de Regeneración Nacional, Raquel Sánchez Galicia, y desde máxima tribuna del estado de Chiapas, se dijo:
—Con la licencia presentada se está defraudando al pueblo chiapaneco, que deposita su confianza en esta soberanía. Y se defraudan las propias palabras del compañero, que al instalarse esta legislatura, dijo, desde esta misma tribuna dijo que estaría presente para participar con todo convencimiento e intensidad política y, además, con una mentalidad de participación activa, dejando así en entredicho lo expuesto por el compañero. Estamos comenzando el primer periodo ordinario de sesiones ya está solicitando licencia. Es por eso que desde mi partido Morena rechazamos este tipo de actitudes porque venimos a servir al pueblo…
Pero los presentes asumen una actitud como de que la Virgen les habla y continúan con el procedimiento exprés. Someten a votación del Pleno la solicitud de licencia y con 34 votos a favor, tres abstenciones y un voto en contra, se aprueba por mayoría. Nadie tampoco dice nada cuando llaman al suplente. Que se trata nada más y nada menos que del hermano del propietario: Marco Valanci y, ya encarrerado el ratón, pues de una vez le toman protesta. Bastó con que extendiera el brazo al frente y pronunciara el «sí protesto» para que una cascada de aplausos inundara el salón.
Lo demás es lo de menos: También se turnó a la Comisión de Justicia la Iniciativa de Decreto por el que se reforma la fracción XV del artículo 33 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General de Justicia del Estado, así como a la Comisión de Trabajo y Previsión Social, la iniciativa de decreto por el que se reforma el artículo 25 del decreto por el que se crea el organismo público descentralizado Régimen Estatal de Protección Social en Salud, ambos documentos enviados por Juan Carlos Gómez Aranda, secretario general de Gobierno de Chiapas.
Ya en los asuntos generales —moñito rosa a la solapa incluido—, se habló del cáncer de mama y su prevención y atención, y sobre el daño ambiental y los permisos de explotación en el estado. Y de nuevo, la Virgen les volvió a hablar a los diputados.