¿Cual es la misin de la OPAQ en Siria?

Los expertos evaluarán si se usaron elementos tóxicos o no en Duma, pero no señalarán a culpables

Agencias

[dropcap]L[/dropcap]a delegación de nueve inspectores de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) llegó el sábado a Damasco con la intención de poder trabajar en Duma. Los expertos recogerán pruebas y llevarán a cabo entrevistas para determinar si el 7 de abril se utilizaron armas químicas, prohibidas internacionalmente. Las denuncias de que el régimen de Bachar el Asad bombardeó la zona con gas letal derivaron en la intervención militar de EE UU, Francia y Reino Unido del sábado. El informe con las conclusiones de la inspección determinará si se usaron o no agentes tóxicos, pero no señalará a culpables.

¿Qué es la OPAQ?
Es el organismo encargado de supervisar la aplicación de las normas internacionales en materia de producción, almacenamiento y uso de armas químicas. Con sede en La Haya, la institución opera desde 1997 y forman parte de ella todos los Estados miembros de la ONU a excepción de cuatro (Egipto, Israel, Corea del Norte y Sudán del Sur). Su presupuesto anual ronda los 70 millones de euros y se financia con las aportaciones de todos los países, en cuotas equivalentes a las de la ONU. La organización tiene casi 500 empleados y en 2013 fue galardonada con el Nobel de la Paz.

¿Cuál es su relación con la ONU?
La OPAQ no es una agencia de la ONU, aunque sí está estrechamente vinculada a ella. En virtud de un acuerdo de cooperación, los inspectores viajan con documentos expedidos por la ONU. Durante la guerra siria, el Consejo de Seguridad ha aprobado diversas resoluciones para colaborar con la OPAQ en la investigación del uso de armas químicas y forzar al régimen sirio a desmantelar su arsenal. En 2015 se aprobó la creación de una comisión conjunta para atribuir responsabilidades por los ataques tóxicos perpetrados en Siria. Las conclusiones responsabilizaron al régimen por varios incidentes y al ISIS por haber usado gas mostaza durante su expansión territorial. En noviembre de 2017 no se pudo prorrogar la comisión conjunta por el bloqueo de Rusia en el Consejo de Seguridad. Estados Unidos volvió a intentarlo el 10 de abril, tres días después del supuesto ataque de Duma, pero Moscú lo impidió de nuevo, por lo que en esta ocasión el informe final de la OPAQ no derivará en una posterior atribución de responsabilidades.

¿Qué zona van a inspeccionar?
Los expertos pretenden acceder a Duma, unos 10 kilómetros al noreste de Damasco, donde supuestamente se bombardearon sustancias químicas. La ciudad ha estado controlada por facciones rebeldes durante casi seis años hasta que el pasado jueves, cinco días después del supuesto ataque, volvió a ondear la bandera del régimen.
En circunstancias idóneas, el equipo de expertos llegaría a la escena del crimen horas después de que este ocurra, como sucedió con la investigación del envenenamiento que sufrieron el espía ruso Serguéi Skripal y su hija en marzo en Inglaterra. En esta ocasión, los nueve inspectores accederán a la zona más de diez días después del supuesto ataque. EE UU ha acusado a Rusia de haber manipulado las pruebas desde que tomaron el control de Duma. El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, lo ha negado rotundamente. El Kremlin también ha asegurado que sus expertos ya han trabajado en la zona y que no han hallado rastro alguno del uso de sustancias tóxicas.
El lunes los inspectores deberían haber accedido ya a Duma, pero Siria y Rusia aplazaron su entrada alegando problemas de seguridad. En dos ocasiones anteriores, en 2013 y 2014, expertos de la OPAQ fueron tiroteados en Siria mientras trataban de ejercer su labor.

¿Cómo trabajan sobre el terreno?
La delegación de la OPAQ recabará todas las pruebas posibles durante dos o tres días en Duma. Las entrevistas con víctimas y los sanitarios que les atendieron serán, junto a las muestras biomédicas, las evidencias más importantes. Los inspectores valorarán también en menor grado las pruebas medioambientales que extraigan y el material gráfico y la documentación que les entreguen.
«Los expertos están muy entrenados para discernir entre las pruebas verdaderas y las falsas. Saben cómo dirigir las entrevistas para poder comprobar su autenticidad», explica Alastair Hay, profesor de Toxicología Ambiental en la Universidad de Leeds (Reino Unido). El profesor, que ha participado en seis inspecciones sobre el uso de armas químicas, considera que la escena podría haberse manipulado fácilmente al eliminar cualquier animal muerto, principalmente pájaros, o desinfectando la zona con lejía. «Es esencial que los expertos lleguen cuanto antes a las dos localizaciones en las que supuestamente se produjeron las detonaciones con elementos químicos. Los cráteres son muy complicados de manipular», sentencia el profesor.
Las pruebas extraídas por los inspectores se enviarán siguiendo un estricto protocolo al laboratorio de la OPAQ en Holanda. Serán los nueve inspectores que trabajarán sobre el terreno los que elaboren el informe final, que tardará varios meses.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *