¿Cuanto costaban las fiestas de Caldern?, ni cmo saber, elimin todo registro

El menú ofrecía comida mexicana, tequila o vino tinto. Además de «Las Mañanitas», el mariachi interpretaba «El Hijo Desobediente». El escenario de la fiesta: la residencia oficial de Los Pinos. Así eran los cumpleaños de exmandatario cuando fue Presidente de México (2006-2012). La Presidencia no guardó registro de facturas o comprobantes y hoy no es posible conocer cuánto gastó el exmandatario que a los once días de tomar posesión lanzó una guerra en contra de los cárteles criminales

Agencias

[dropcap]H[/dropcap]an pasado los años, pero piezas cruciales en la hemeroteca a disposición de la opinión pública lo muestran: cuando Felipe Calderón Hinojosa habitó la residencia oficial de Los Pinos de 2006 a 2012 echó la casa por la ventana el día de su cumpleaños, que es el 18 de agosto.
Pero en los archivos de la Presidencia de la República no quedó registro del gasto de esas fiestas, como tampoco datos que indiquen si causaron cargo al erario. Ni facturas, ni comprobantes, ni copias de los contratos fueron guardados. Así, a cinco años de que el panista dejara la casa del poder, no es posible elaborar la crónica completa de los agasajos que tuvo por sus aniversarios.
Opacas las erogaciones, las fiestas en sí resultaron transparentes. Las imágenes del Presidente en plena celebración trascendieron a las planas de los diarios, las revistas del corazón y las redes sociales. De esa información se obtienen escenas que se volvieron lugares comunes. Cientos de invitados, entre empresarios, funcionarios públicos y miembros del Partido Acción Nacional (PAN), descendían de sus autos con regalos. Comían con el Jefe del Ejecutivo en los jardines de Los Pinos. Un mariachi interpretaba «Las Mañanitas» y su pieza favorita, «El hijo desobediente». En 2009, algunos invitados relataron que fue el mariachi de la Secretaría de la Marina el que amenizó.
Mientras, en México transcurría la guerra en contra del crimen organizado –clave de la política calderonista- con el crecimiento exponencial de víctimas mortales que llegaron a 130 mil al final del sexenio, según los cálculos más conservadores. Miles de hombres y mujeres desaparecían. Otros tenían que desplazarse de sus tierras. Y el Presidente jamás dejó de festejar en los jardines de la casona de Constituyentes. Sólo la fiesta del 2008, cuando cumplió 46, no aparece desplegada en la prensa.
El cumpleaños de Calderón motivó decenas de solicitudes de información mediante el INAI (en ese tiempo, IFAI). Entre las peticiones más recurrentes están el listado de asistentes, los contratos y facturas generados por el evento, si esos cumpleaños le costaban a los mexicanos, si se disponía de los bienes del Estado para efectuarlas y si los funcionarios públicos habían pedido permiso para asistir cuando la fiesta fue en día hábil.
Ante cualquier solicitud sobre el gasto en los cumpleaños, la Presidencia respondió que no había evidencia documental en sus instancias por lo que la información era «inexistente».
Respecto a la primera celebración, la de 2007, el expresidente recibió una orden del Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales (INAI, en ese tiempo IFAI) para que revelara tanto el gasto como la lista de invitados. Felipe Calderón accedió a entregar la lista de invitados, pero no las erogaciones. En una carta para el entonces comisionado presidente del IFAI, Alonso Lujambio (Q.E.P.D.), el exmandatario expuso que el evento fue de «naturaleza privada», que no tenía obligación de revelar datos y que ese día no hubo uso de recursos públicos.

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