«Cuenta hasta 10», la naturalizacin y justificacin de la violencia contra las mujeres

Cuando se habla de violencia familiar se tiene que explicar el impacto diferenciado entre mujeres y hombres, así como la diversidad de violencias y contextos a los que pueden enfrentarse las mujeres

Angélica Joselyn Soto Espinosa / Cimac Noticias 

Ciudad de México. Especialistas en derechos de las mujeres criticaron la nueva campaña del gobierno federal «Cuenta hasta 10», presentada este día por el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, la cual busca prevenir la violencia contra las mujeres durante la contingencia, ya que en su opinión, es lejana a la realidad de las mexicanas, es clasista, está descontextualizada, está repleta de estereotipos y naturaliza o justifica la violencia contra las mujeres.

Durante la conferencia de prensa a la que citó este 26 de mayo la Secretaría de Gobernación (Segob) para hablar sobre la violencia contra las mujeres, fue presentada la campaña que busca «visibilizar la violencia contra las mujeres y por otro lado mostrar algunas herramientas prácticas a los ciudadanos para enfrentar situaciones difíciles que a veces desembocan o terminan en actos de violencia contra contra las mujeres».

En las postales, videos y audios que integran la campaña se ve a familias convencionales al borde de un acto de violencia. El mensaje del gobierno federal es «cuenta hasta 10» y «saca la bandera blanca de la paz».

La campaña es un fracaso 

La campaña «es un fracaso de la política para prevenir la violencia contra las mujeres. No veo cuál es la estrategia, ni la perspectiva de género ni dónde está el contexto de la realidad de las mujeres», expresó en entrevista con Cimacnoticias, María de la Luz Estrada, coordinadora del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF), integrado por más de 40 organizaciones que acompañan a víctimas.

Luz Estrada explicó que cuando se habla de violencia familiar se tiene que explicar el impacto diferenciado entre mujeres y hombres, así como la diversidad de violencias y contextos a los que pueden enfrentarse las mujeres. Por ejemplo, no es la misma realidad la de una mujer indígena que la de una mujer en un contexto urbano, expresó.

«Si ellos revisaran (el gobierno federal) los peritajes de víctimas de violencia familia se darían cuenta que las mujeres viven círculos de violencia donde las razones muchas veces por las que se mantienen unidas al agresor es la dependencia económica, el miedo a la pareja, a salvaguardar el nombre de las familias como dice Andrés Manuel López Obrador. Decir «calma y saca tu bandera de la paz» me pareció hasta grosero, sin perspectiva»,

María de la Luz Estrada

De acuerdo con la coordinadora del OCNF esta campaña es reflejo que las autoridades no están entendiendo la cultura machista discriminatoria. «Imagínate que sólo sea que contaras 10 y ya acabara la violencia. Muchas mujeres están totalmente sometidas, tienen miedo al agresor. Todos los miembros de la familia pueden tener miedo», detalló y agregó que las organizaciones de la sociedad civil basan sus campañas incluso en estudios más formales de comunicación.

Esta campaña, dijo Estrada, recordó otras estrategias fallidas para atender la violencia contra las mujeres en México, entre ellas la del silbato rosa para evitar la violencia sexual, de la administración de Miguel Ángel Mancera como jefe de gobierno de la Ciudad de México, para la que se gastaron muchos millones de pesos y no tuvo resultados; y la campaña «Cuenta hasta 10», que publicó Televisa hace 10 años para prevenir la violencia familiar.

Por su parte, la coordinadora de la Red Nacional de Refugios A.C, (RNR) Wendy Figueroa Morales, dijo que en la campaña hay varias cosas que preocupan, por ejemplo que ponen la atención en el terreno individual como si fuera un asunto de voluntades.

«Pienso en las mujeres que podrían estar dentro de esta casa. Pedirles que cuenten hasta 10 y esperar me parece que es una campaña que no va acorde a lo que estamos viviendo en el país. Son acciones preventivas pero que no están acercadas a una realidad», reflexionó.

La también experta en protección para mujeres víctimas de violencia dijo que, desde su perspectiva, parece que «esta campaña está realizada desde el escritorio y no desde las realidades. Muchas de ellas (las mujeres víctimas de violencia) lo que han hecho ahorita porque les da miedo contagiarse de COVID es guardar silencio para que la violencia no llegue, pero están esperando el momento de salir y buscar opciones».

Figueroa criticó, como ejemplo, la frase de una de las postales que integra esta campaña: «Para que la violencia no te gane respira y cuenta hasta 10». La experta expresó que se requiere identificar que la violencia es un delito y que costó muchísimo tipificarla como tal. «El que la violencia `te gane´ parece ser que es una cuestión que se activa y se desactiva, pero en realidad es un acto brutal. El mensaje vuelve a naturalizar y justificar la violencia contra las mujeres por el hecho del confinamiento. Tenemos que tener claro que la violencia contra las mujeres es antes de la pandemia», expresó.

Y agregó que las organizaciones civiles, feministas, los propios organismos internacionales, han solicitado con datos y testimonios propuestas de políticas públicas, pero la solución pareciera estar de acuerdo a esta campaña en contar hasta 10, ausente el enfoque de género, Derechos Humanos e interculturalidad así como acciones puntuales y transversales que garanticen el derecho de las mujeres y niñez a una vida libre de violencias.

La coordinadora de la RNR también criticó que en el mensaje se pide llamar al 911 cuando muchas mujeres refieren que llaman a ese número pero no reciben el servicio de atención que se requiere. «El mensaje no es claro, tampoco asume la responsabilidad de las autoridades del gobierno mexicano para atender, eliminar y sancionar la violencia contra las mujeres» y, agregó, usar la bandera blanca en la campaña es reforzar el mensaje de gobierno sobre la construcción de paz, pero la pregunta es: «¿qué está haciendo el gobierno para garantizar esa paz?»

Por su parte, la subdirectora de Equis Justicia para las Mujeres, Maïssa Hubert, dijo que la campaña no tiene enfoque de género, son hombres jóvenes y niños violentados y una sola mujer en posición de generadora de violencia. «No nos refleja como víctimas de violencia familiar»; en segundo lugar, la bandera blanca es pedir a la ciudadanía una tregua y una pausa con la violencia, pero esto no cuestiona los factores que provocan la violencia familiar; y el último problema es que la ciudadanía piense bien antes de recurrir a los servicios del Estado para denunciar la violencia.

La doctora en derecho y directora del Instituto de Justicia y Derechos Humanos, Patricia Olamendi Torres, se dijo preocupada por estas campañas porque demuestran que la problemática de las mujeres no se entiende. Coincidió en que es una campaña con un contenido clasista porque sólo plantea un modelo de familia en un estrato social y deja en las mujeres la responsabilidad de prevenir la violencia contra ellas, ya que no plantea ninguna acción de gobierno.

Para Olamendi esta campaña es un retroceso en el avance sobre los derechos de las mujeres, ya que desde los años 70 ya se identifica la violencia contra las mujeres en México; ya se hicieron leyes, presupuesto, programas y un conjunto de acciones específicas, pero nada de eso se vio reflejado en el material audiovisual presentado hoy.

La experta precisó que este retroceso se ha mostrado desde el inicio de la administración de López Obrador, ya que ha prohibido cualquier acción conjunta de gobierno con organizaciones de la sociedad civil, ha hecho señalamientos contrarios a los derechos de las mujeres y el movimiento feminista, y varios de los esfuerzos en este tema han concluido.

«Lo peor es que lo están pagando muchas mujeres. Es una campaña que hubiera tenido sentido en los 60, ya que no se hablaba de la violencia contra la mujer, pero no ahora», y agregó que lo que se esperaba del gobierno federal era una política pública muy concreta, relacionada con el presupuesto para que todos los programas para atender la violencia contra las mujeres se ejecuten durante la pandemia, ampliar juzgados especializados para la violencia, formar policía experta, formar más casas de transición, medidas más radicales para la detención inmediata de los agresores, y más apoyo a organizaciones sociales, pero esto no sucedió.

Al ser cuestionado sobre el fundamento para generar esta campaña, Jesús Cuevas expresó que lo revisó con mujeres y organizaciones. Ninguna de las expertas consultadas para esta nota fue invitada a participar en la evaluación de esta campaña, por el contrario, coinciden todas en que el gobierno federal actual las ha excluido de la planeación de las políticas públicas. Cimacnoticias consultó a Presidencia pero no hubo respuesta.

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