Horacio Tovalín Ahumada, académico de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, explica la relación entre el medio ambiente y la salud de los principales órganos del cuerpo humano
Lucero Natarén / Aquínoticias
Para el académico de la Facultad de Estudios Superior Zaragoza, Horacio Tovalín Ahumada, el aire es el principal alimento del ser humano y, dentro de él, el oxígeno. «Para eso está diseñado nuestro cuerpo; de tal manera que nuestro aparato respiratorio, en su parte más íntima, tiene los alveolos, hasta donde llega el aire. Y de ahí hay un paso a la sangre. Son 600 millones de alveolos. Esto mismo hace que nuestro sistema respiratorio sea muy vulnerable a lo que hay en el aire».
Los contaminantes, continúa, encuentran «blancos» que atacar en el cuerpo humano, siendo los pulmones los primeros órganos afectados, seguidos del corazón y las arterías debido a que a través de ellos se transportan las partículas de contaminación.
Además de los impactos al sistema cardiovascular, que antes no se sabía, agrega el experto que también se ve afectado el sistema nervioso y no solo los pulmones como se suponía antes. «Se ha visto que al respirar –nosotros tenemos terminaciones nerviosas en la nariz, en el bulbo olfatorio, lo que hace que podamos percibir olores e inclusive el gusto– algunos de los contaminantes, partículas muy pequeñas, también pueden entrar y llegar hasta el sistema nervioso central».
Por otro lado, el experto añadió que para las personas que respiran ozono, este puede resultar irritante, «Las personas que tienen enfermedades en que la inflamación es importante y tienen más susceptibilidad a la irritación, gente con alergias, que ya tiene alguna afección pulmonar obstructiva, son más sensibles y podrían ver agravados sus padecimientos. También en el caso de la gente con problemas cardiovasculares y que tiene un componente de inflamación significativo, arteriosclerosis, problemas de infartos cerebrovasculares, su situación podría empeorar».
