Cuidado ancestral de la salud a nuestro alcance

Mujeres de la etnia Mam aprovechan las propiedades curativas de la naturaleza que va desde contrarrestar el envejecimiento hasta medicina para diabéticos

Darinel Zacarías

[dropcap]B[/dropcap]ajo las faldas del volcán Tacana, un grupo de mujeres de la etnia Mam, específicamente del ejido Azteca, perteneciente al municipio fronterizo de Cacahoatán, aprendieron a sacarle provecho a la naturaleza.
Es un conjunto de microempresarias como las suele llamar Keyla Inés Juárez Pérez líder del organización denominada «KEYLA», que forman parte del Proyecto Productivo de Mujeres Indígenas (POPMI).
Son 10 mujeres que desde hace seis años, decidieron alternar sus actividades del hogar y el campo para crear la primera gama de productos estéticos y curativos cien por ciento orgánicos.
Narra Keyla Inés Juárez Pérez que esta idea se originó a partir de un sueño, el cual consistía en aprovechar las propiedades curativas de la naturaleza y así poder crear productos de forma artesanal.
«Nuestros antepasados se curaban con plantas, fue entonces que nos unimos para ofrecer a la gente, productos elaborados naturales y empezamos a llevar cursos a través de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), fue así que elaboramos productos estéticos y curativos». Explicó Juárez Pérez.
Entre estos productos se distingue la primera crema facial y el champú obtenido de un extracto de café y una línea completa de productos elaborados con albahaca, quina y ajenjo.
El grupo «KEYLA», está ubicado en la comunidad Azteca, ubicada en la reserva ecológica del Volcán Tacaná, en la franja limítrofe con Guatemala, desde ahí construyeron un pequeño laboratorio, donde elaboran jabones, cremas, champú, tinturas, pomadas.
Este grupo de diez mujeres son de las pocas que decidieron arriesgar su tiempo en un proyecto, que no solamente requería de dedicación y esmero, sino también del respaldo de sus familiares y superar sus propias limitaciones tradicionales, pues había de aprovechar los recursos naturales de su región como lo es, los cultivos de café, quina y cacao.
La materia prima dicen, son cortezas de árbol, semillas y productos del campo con propiedades curativas, son plantas aromáticas y raíces de árboles con propiedades terapéuticas.
KEYLA es un grupo de mujeres indígenas que luchan por abrirse paso en el mundo de la herbolaria, que buscan salvaguardar esa cultura ancestral de sus comunidades rurales que aún prevalecen marginadas.
Sus productos, además de embellecer, contrarrestar el envejecimiento y el paso de los años, desinflaman, alivian dolores, eliminan artritis, curan picaduras de insectos. Así como la elaboración de «tinturas» para la curación de heridas de personas diabéticas. Y unas gotas para nivelar la glucosa. Todo elaborado de manera artesanal.
Luego de seis años de lucha y espera, la apertura de los llamados Tianguis Orgánicos les han permitido comercializar sus productos a módicos costos. Pues dicen, se trata de ayudar al bolsillo de los que menos tienen.
Manifiesta Keyla Inés Juárez Pérez «Uno de los obstáculos que tenemos, es que hay gente que no cree en nuestros productos, persiste la desconfianza, pero tenemos testimonios de personas que se ha admirado de los beneficios de nuestros productos, sobre todo los diabéticos».
Añade «El champú de café ayuda a eliminar las canas naturalmente y fortalece el cabello e incluso tenemos productos para curar enfermedades crónico-degenerativas como la diabetes, bajo un tratamiento fabricado con un planta llamada Candor».
Actualmente comercializan sus productos en los Tianguis Campesinos Orgánicos de Cacahoatán, Tuxtla Gutiérrez y Tapachula, gracias a la invitación que les hiciera la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), Pues al no cumplir con los estándares y estrictos requisitos de las tiendas de súper mercados, se les ha negado su venta.
La seguridad en sus palabras es clara muestra que hay en ellas la esperanza de aumentar sus ventas para seguir dando el valor agregado a la materia prima de Chiapas y, sobre todo, para ayudar en la precaria economía de las familias campesinas en la entidad, como las de ellas mismas.
Precisa que otras plantas como el Árnica, han sido utilizadas por siglos en golpes y dolores, y ahora ha sido procesada hasta lograr una crema corporal de fácil aplicación, al igual que El zapuyul es otro de los cultivos que están utilizando para crear champú, cremas, gel y pomadas, al igual que la sábila.
El trabajo de esas amas de casa campesinas también incluye el delicado cuidado de las plantas y medio ambiente de donde sustraen sus cultivos y por ello su trabajo es doblemente importante. Así como extraen, reforestan.
Pese a sus limitaciones cuentan con un pequeño laboratorio en la comunidad Azteca, tienen los materiales para elaborar de manera higiénica sus productos. Cuentan con un sistema de envasado y etiquetado.
Es importante lograr la certificación y patentar sus productos, que a decir verdad, han logrado excelentes resultados. Por ello, hacen un llamado a la población para que adquieran estos productos extraídos de la naturaleza, libres de químicos.

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