Damnificados, a merced de las inclemencias climaticas

Hay 200 mil personas afectadas tras los eventos de septiembre. Ante esta situación, se trata de la población más susceptible de resentir las altas temperaturas y las fuertes lluvias

Portavoz Staff

[dropcap]A[/dropcap] Chiapas lo azotan temperaturas que rayan los 40 grados Celsius, así como tormentas muy fuertes, según las predicciones de las últimas horas vertidas por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). En la entidad, de acuerdo con el censo levantado por autoridades, hay 200 mil personas damnificadas tras los eventos de septiembre. Ante esas condiciones, se trata de la población más susceptible de resentir los efectos adversos de las condiciones climáticas.
Ayer, el SMN informó que se prevén temperaturas máximas de 35 a 40 grados Celsius durante el día en entidades del occidente, el centro, el sur y el sureste del país. Por si eso fuera poco, también pronosticó tormentas muy fuertes muy fuertes en zonas de Chiapas y Tabasco; tormentas fuertes en regiones de Nayarit, Jalisco, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Veracruz.
Las condiciones mencionadas serán generadas por el Frente Frío número 4 localizado en la frontera norte de la República Mexicana, un canal de baja presión extendido en el occidente del país, el flujo de humedad proveniente del Océano Pacífico, así como por el desarrollo de nublados densos vespertinos, añadió la dependencia.
De acuerdo con información de la periodista Ángeles Mariscal, para la agencia CIMAC, a un mes del terremoto del 7 de septiembre, las personas damnificadas continúan en el mismo lugar donde se refugiaron: albergues o casas improvisadas bajo lonas.
Pese a los anuncios de las autoridades respecto a los recursos para la reconstrucción, los afectados se mantienen incrédulos —aseveró— «porque miles continúan viviendo una situación exactamente igual que hace un mes».
«La incertidumbre que les acompaña es también por la falta de escrupulosidad con la que se levantaron los censos de daños. En el proceso hubo francas diferencias entre instituciones de gobierno sobre la cuantificación de daños, sobre la forma en que se evaluaron las afectaciones y los criterios que se utilizaron», se lee en el trabajo periodístico.
Acusaron que hubo un evidente descuido en este proceso y por ello miles de personas damnificadas sólo tienen un pedazo de papel con nombres a medias, como garantía de que recibirán algún subsidio.
«Las y los damnificados consideran que eso no es garantía de nada, y viven, además de en lugares improvisados, con el estrés y angustia que les genera esa incertidumbre sobre su futuro», concluyó.

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