Daniel Clemente, el Spiderman chiapaneco

El joven inspirador, maestro de música, instrumentista en la Orquesta Sinfónica de Chiapas, nos cuenta el origen de sus alter egos y sus «poderes» con los cuales lleva musicoterapia a hospitales y ayuda de manera altruista a otros

Lucero Natarén, Marco Aquino / Aquínoticias

Si en alguna ocasión en las calles de Tuxtla Gutiérrez, vio pasar en bicicleta o caminando, a un joven con una cabeza de tiburón en su espalda, se trata de Daniel Alejandro Clemente Abarca, «Tiburoncello», quien en ocasiones se transforma en un Spiderman con «poderes musicales», Spider Cello. Es también integrante de la Orquesta Sinfónica de Chiapas, maestro de música, pionero en musicoterapia en Chiapas y filántropo.

Daniel Clemente lleva siete años tocando violoncello, estudió la licenciatura en Música Clásica en la Facultad de Música de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach). Actualmente, es integrante de la Orquesta Sinfónica del Estado, y también es maestro de música en el colegio privado José Vasconcelos School, además imparte clases particulares.

De manera altruista y con el objetivo de brindar un momento de alivio, reducir la ansiedad y mejorar la salud mental de las y los pacientes del área de pediatría de distintos hospitales del estado, acude vestido de Spiderman o de Tiburoncello acompañado de su instrumento musical.

Este joven inició su trayectoria musical en Esperanza Azteca, año y medio después salió, pero él sentía que le faltaba aprender a tocar un poco más el cello.

A sus 17 años de edad, mientras este joven se encontraba confundido en cuanto a qué carrera dedicarse, se la acercó un «desconocido», -como si se tratase de un personaje que sabía lo que le deparaba el destino-, le ofreció un cello, con el cual pudo audicionar en la Orquesta Sinfónica de Chiapas. Sorpresivamente ganó una beca, con la que compró su primer cello y pagó el inicio de su carrera de música.

Aunque en un principio, como relata Daniel Clemente, no tenía una fuente de inspiración, eso cambió, ahora la tiene, es Vladan Koci, su maestro y amigo de la Republica Checa, quien le parece una persona ejemplar al dedicarse como él al altruismo.

Cómo surgieron sus personajes

Tiburoncello nació un jueves, día en el que Daniel y su compañero Héctor Bouchot suelen ir a repartir café con pan en los hospitales. Mientras se proveían de insumos en un centro comercial para realizar su labor altruista, una cabeza de tiburón de peluche llamó su atención, la compró y se volvió su compañera inseparable junto con su cello.

La idea principal es que alegrara a quienes lo veían pasar en su bicicleta, mientras aguardaban en sus autos el cambio en el semáforo o paseaban por la ciudad.

En una de sus visitas al hospital donde brinda musicoterapia a niñas y niños, surgió la idea de usar la cabeza que por un tiempo guardó, para ver qué pasaba. Al ver la buena aceptación de las y los pequeños, narra que se animó a ponerse la cabeza a partir de ese día.

Aunque Tiburoncello fue de inmediato un éxito entre los niños y niñas, la mente creativa del artista le decía que debía existir otro personaje más, el cual fuera compatible con su jovialidad. Entonces recordó que desde muy pequeño era fan del Hombre Araña, quien a pesar de ser joven, era capaz de enfrentarse a cualquier amenaza.

¿Qué mejor héroe que Spiderman para hacer frente a los sentimientos negativos y el estrés?, reflexionó. Ni tardo ni perezoso puso su idea en marcha, adquirió el traje por internet. Spider Cello, provisto del talento del joven, surgió con «poderes musicales» para brindar momentos agradables a quienes lo escuchen ejecutar su instrumento.

Pese a ser «famoso», Daniel Clemente es un joven sencillo, le gusta cantar, pintar, escribir, leer, jugar voleibol y practicar natación.

Expone que la pandemia no cambió tanto su ritmo de vida, ya que llevaba mucho tiempo trabajando con la tecnología, por lo que le fue muy fácil adaptarse, incluso mejoró la impartición de sus clases particulares.

Por otra parte, su labor altruista en los hospitales tuvo que ser detenida de manera presencial, hasta hace unas semanas se implementó la iniciativa de radio hospital, donde fue el primero en estrenar esa sala, para que las niñas y niños que se encuentren en este sitio puedan escucharlo.

El artista aconseja a todas y todos los jóvenes a seguir sus sueños, si por alguna circunstancia no les fue posible cumplir lo que una vez anhelaron, nunca es tarde para retomarlo.

Nunca es tarde para aprender a tocar un instrumento, la música tiene múltiples beneficios y solamente tienen que intentarlo»

Si te interesa conocer más sobre este artista ingresa a la página de Facebook: Daniel Clemente- Cellista

 

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