Un texto de Sandra de los Santos
El reguetonero mexicano, “Dany Flow” es lo que podríamos llamar una trampa de osos. A simple vista parecieran muy inofensivas, pero la verdad es que son muy peligrosas. Les voy a dar contexto (si usted es una persona que sigue las tendencias de tik tok puede saltarse el siguiente párrafo).
“Dany Flow” es un cantante y compositor (sí, sí, ha escrito éxitos que usted voluntaria o involuntariamente ha escuchado como “reggaeton champagne” y “martillazo”). El reguetonero, además, es poliamoroso, tiene una esposa y novia al mismo tiempo, y ambas lo saben. Es conocido porque sus canciones tienen referencias sexuales de manera literal. Se ha declarado a favor del movimiento de las mujeres trans y ha hecho colaboraciones con otros cantantes.
¿Por qué lo traigo a cuentas ahora? ¿Por qué estoy hablando de él? ¿Por qué digo que es una trampa de osos? Recientemente se hizo viral unas declaraciones que hizo en contra del movimiento feminista, pero eso no tiene ninguna sorpresa para alguien que tiene una canción que se titula: “las que no tienen papá”; también defendió a un sujeto que fue sentenciado por abuso sexual y aun así eso no me sorprende. Lo que, realmente, me parece totalmente indignante es que haga apología a la violación sexual hacía niñas de secundaria, y que eso sea coreado o festejado al menos por cientos, sino es que miles de personas.
“Dany Flow” disfraza su misoginia y machismo en revindicación de la libertad sexual y es un discurso que muchas personas se lo han comprado.
A mí el reguetón no me molesta, realmente, no condeno ningún género musical persé, tampoco me incomoda las referencias directas a la sexualidad en las canciones, sigo sin encontrarle lo escandaloso a “reggaeton champagne”, por ejemplo. Habla de un par de personas (que se entiende que son adultas) que están poniéndose de acuerdo para cómo tener sexo.
Lo que me parece condenable es que esas referencias al ejercicio de la sexualidad, hagan apología de las violaciones a menores de edad. No se confundan eso no es libertad sexual, eso es un delito, eso es pederastía y lo que hace “Dany Flow” es querer “normalizar” algo aberrante.
Pero, este “mal” no es algo, lamentablemente, de un género musical o una generación en específico: de “esos jóvenes que han perdido los valores” (esto debe leerse con voz quejumbrosa y mirada alarmada). Lamentablemente, las “licencias” que otorgan las expresiones artísticas les han servido a algunos “creadores” para sacar a pasear su misoginia. Ejemplos: Memorias de mis putas triste de Gabriel García Márquez en literatura; “Ten miedo de mí” de Fernando Delgadillo, en la música); algunas pinturas de Goya…y me podría seguir.
Nuestros consumos culturales y de entretenimiento, importan. A quiénes les ponemos atención, a quiénes les damos créditos, qué discursos empoderamos, qué valoramos por eso es importante escuchar, ver, admirar y hasta disfrutar con un sentido crítico. No nos dejemos engañar y caigamos en una trampa de osos.