Del pan con moho al cáncer: el peligro invisible de nuestros alimentos

Doris Luna Escalona, investigadora del IPN, advierte sobre los riesgos de estas toxinas, que contaminan granos, frutas, lácteos y más, y cómo su ingesta puede afectar gravemente la salud

Aquínoticias Staff

Las micotoxinas son sustancias tóxicas producidas por hongos, pueden contaminar una amplia variedad de alimentos como granos, frutas, verduras y lácteos, por lo que representan un riesgo para la salud humana y animal. 

La investigadora Doris Luna Escalona, de la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), advierte sobre los peligros de su consumo y la importancia de prevenir su proliferación.

De acuerdo con la especialista, estos compuestos se generan de manera natural cuando los hongos colonizan plantas en el campo o durante la descomposición de los alimentos. Un ejemplo común es la aparición de manchas rosas, amarillas, verdes o negras en panes, tortillas, yogur o frutas. Sin embargo, muchas personas retiran la parte afectada y consumen el resto del producto sin saber que podría estar contaminado.

Luna Escalona explicó que las micotoxinas pueden ingresar al organismo por contacto, inhalación o, principalmente, por ingestión. Su impacto en la salud es significativo, ya que afectan diversos órganos y sistemas, incluyendo el neuronal, endocrino, pulmones, tracto gastrointestinal, hígado y sistema inmunológico. 

Además, algunas de estas toxinas, como las aflatoxinas, están vinculadas con el desarrollo de cáncer, según la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC).

El problema de las micotoxinas es especialmente grave en términos de seguridad alimentaria, ya que una vez que han contaminado un alimento, no pueden eliminarse mediante procesos industriales como la molienda, ultracongelación, pasteurización, fermentación o cocción. 

La importancia de prevenir el consumo de micotoxinas

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha identificado cerca de 400 micotoxinas, entre las más peligrosas se encuentran las aflatoxinas, ocratoxina A, patulina, fumonisinas y zearalenona, algunas clasificadas como cancerígenas por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Desde el Laboratorio de Fitopatología y Fitotecnia de la ENCB, la investigadora subrayó la importancia de prevenir la aparición de hongos desde la producción de cultivos hasta el almacenamiento y transporte de alimentos. 

En este sentido, la OMS y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) han establecido el Códex Alimentario, un conjunto de normas para proteger la salud del consumidor y regular la presencia de micotoxinas en los alimentos.

Para reducir el riesgo de ingestión de estas sustancias, Luna Escalona recomendó optimizar el almacenamiento de alimentos en lugares secos y frescos, desechar semillas que flotan en el agua al remojarlas (como frijol, lentejas o arroz), evitar consumir productos en proceso de degradación y descartar semillas con mal sabor. 

“El problema está latente y es necesario tomar medidas para prevenir la exposición a micotoxinas a través de una adecuada selección y conservación de los alimentos“, concluyó la especialista.

Con información de Uno Tv

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