Por no pagar una cuota de 16 mil pesos lo golpearon y dejaron sin comer
Sandra de los Santos / Aquínoticias
Mardoño Hernández Morales tiene 42 años de edad y es indígena tzeltal. El pasado 14 de marzo fue aprehendido y llevado al penal de El Amate. Días después sus familiares recibieron llamadas telefónicas extorsionándolos.
Fue detenido acusado de tráfico de personas. Él es taxista entre comunidades en Ocosingo. En una ocasión dos personas le pidieron un servicio y eran migrantes. No lo sabía. Lo detuvieron. Le dieron libertad bajo caución debido a las atenuantes del delito, tenía que llegar a firmar al penal; pero su hermano murió y su esposa enfermó así que dejó de viajar de Ocosingo a Cintalapa por el dinero que le representaba. Lo reaprendieron. Ahora está encarcelado siendo torturado.
«Le hablaron a su hijo para pedirle 16 mil pesos y le pasaron a su papá, quien dijo que lo estaban golpeando y no lo dejaban comer» contó Horacio Salcedo Hernández, abogado que está llevando el caso. Al parecer quien está torturando al Mardoño Hernández Morales son los propios presos del lugar, pero son las autoridades del Cereso quienes tienen la obligación de garantizar que este tipo de situaciones no se den alegó el defensor,
Ante esta situación la familia interpuso una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH), pero hasta ahora no ha sido atendida, y también interpuso un amparo para garantizar los derechos fundamentales del indígena en situación de reclusión.
Hace unas semanas en la conferencia mañanera del presidente de la república se denunció un caso semejante en contra de otro indígena de Chiapas. Las condiciones de vulnerabilidad incrementan para las personas indígenas que se encuentran encarceladas.